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Argumentos en contra del capitalismo
ideología política anticapitalista
Las críticas al capitalismo provienen de diversos enfoques políticos y filosóficos, como los puntos de vista anarquista, socialista, religioso y nacionalista. Algunos creen que el capitalismo sólo puede ser superado a través de la revolución, mientras que otros creen que el cambio estructural puede llegar lentamente a través de reformas políticas. Algunos críticos creen que el capitalismo tiene sus ventajas y desean equilibrarlo con alguna forma de control social, normalmente a través de la regulación gubernamental (por ejemplo, el movimiento del mercado social).
Entre las críticas al capitalismo destacan las acusaciones de que el capitalismo es intrínsecamente explotador, alienante, inestable, insostenible y crea una enorme desigualdad económica, mercantiliza a las personas, es antidemocrático y conduce a una erosión de los derechos humanos, al tiempo que incentiva la expansión imperialista y la guerra.
Los primeros críticos del capitalismo, como Federico Engels, afirman que la rápida industrialización en Europa creó condiciones de trabajo consideradas injustas, como jornadas laborales de 14 horas, trabajo infantil y barrios de chabolas[2] Algunos economistas modernos sostienen que el nivel de vida medio no mejoró, o lo hizo muy lentamente, antes de 1840[3].
suecia
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Francis Fukuyama es famoso por afirmar que el capitalismo (o, más concretamente, la democracia liberal capitalista) es un sistema de gobierno tan completo y eficaz que hemos llegado al “fin de la historia”. ¿Está usted de acuerdo con él y por qué?
la doctrina del shock
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El anticapitalismo es una ideología y un movimiento político que engloba una serie de actitudes e ideas que se oponen al capitalismo. En este sentido, los anticapitalistas son aquellos que desean sustituir el capitalismo por otro tipo de sistema económico, normalmente alguna forma de socialismo.
El socialismo aboga por la propiedad y la administración pública o directa de los trabajadores de los medios de producción y la asignación de recursos, y por una sociedad caracterizada por la igualdad de acceso a los recursos para todos los individuos, con un método igualitario de compensación[1][2].
Los socialistas argumentan que la acumulación de capital genera residuos a través de externalidades que requieren costosas medidas reguladoras correctoras. También señalan que este proceso genera industrias y prácticas de despilfarro que sólo existen para generar una demanda suficiente de productos que se vendan con beneficio (como la publicidad de alta presión); creando así una demanda económica en lugar de satisfacerla[4][5].
wikipedia
Supongamos que tengo una varita mágica que permite producir 500 donas por hora. Te digo: “Hagamos un trato. Usas esta varita para producir rosquillas, y luego vendes esas rosquillas por 500 dólares y me das las ganancias. Te daré 10 dólares por cada hora que pases haciendo esto. Pasaré ese tiempo jugando a los videojuegos”.
En la historia, la varita mágica es análoga a los bienes de capital: activos (normalmente maquinaria y edificios, como robots, máquinas de coser, ordenadores y fábricas) que hacen que el trabajo, o el suministro de bienes y servicios, sea más productivo. Las definiciones estándar de “capitalismo” y “socialismo” indican que, en general, los sistemas capitalistas permiten a las personas poseer y controlar privadamente los bienes de capital, mientras que los sistemas socialistas no lo hacen. Y los sistemas capitalistas tienden a contener trabajo asalariado generalizado, propiedad ausente y rentas de la propiedad; los sistemas socialistas generalmente no lo hacen[1].
Los bienes de capital son moralmente interesantes. Como en el caso de la varita mágica, la propiedad de bienes de capital puede permitir ganar mucho dinero sin trabajar. En cambio, otras personas tienen que trabajar para vivir. Esto puede ser injusto o perjudicial. Este ensayo repasa y explica los principales argumentos de este debate[2].
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Bienvenid@, soy Patricia Gómez y te invito a leer mi blog de interés.