Confesiones de un sicario economico

Confesiones de un sicario economico

corporatocracia

El libro ofrece el relato de Perkins sobre su carrera en la empresa consultora de ingeniería Chas. T. Main en Boston. Según Perkins, su trabajo en la empresa consistía en convencer a los dirigentes de los países subdesarrollados de que aceptaran importantes préstamos para el desarrollo de grandes proyectos de construcción e ingeniería. Asegurándose de que estos proyectos se contrataran a empresas estadounidenses, dichos préstamos proporcionaban influencia política a Estados Unidos y acceso a los recursos naturales a las empresas estadounidenses,[1]: 15, 239 ayudando así principalmente a las familias ricas y a las élites locales, en lugar de a los pobres. Según Perkins, empezó a escribir Confesiones de un sicario económico en los años 80, pero “las amenazas o los sobornos siempre le convencían para que dejara de hacerlo”.

Sugiriendo un sistema de corporatocracia y codicia (más que una conspiración unilateral), Perkins afirma la implicación de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), con la que se entrevistó para un trabajo antes de entrar en Main. Según el autor, esta entrevista constituyó efectivamente una selección independiente que condujo a su posterior contratación como “sicario económico” por parte de Einar Greve,[3] vicepresidente de la empresa (y supuesto enlace de la NSA).

el siglo americano

La primera novela de John Perkins es una exposición en el submundo de una sección poco conocida de las actividades gubernamentales que afectan negativamente a las poblaciones nativas y a la eficacia de las democracias en todo el mundo.

Perkins cuenta su propia experiencia trabajando para una empresa privada de consultoría internacional que asesoraba al Banco Mundial en sus esfuerzos por financiar enormes préstamos para los países pobres en desarrollo de todo el mundo. Explica cómo fue adoctrinado en el sistema de engañar a los países pobres con billones de dólares, hundiendo a los países en una deuda insuperable que luego debe ser devuelta a través de la extracción de recursos naturales, la asistencia militar y el apoyo político.Revela las tácticas comúnmente utilizadas para presionar a los pequeños países subdesarrollados para que acepten condiciones que afectan negativamente a la capacidad de sus pueblos para sobrevivir y prosperar.

Confesiones de un sicario económico es una historia intrigante y profundamente personal sobre el significado de la globalización y el imperio en los Estados Unidos de hoy. Perkins revela detalles estremecedores de cómo el Gobierno de Estados Unidos y las empresas estadounidenses trabajan mano a mano para mantener un papel dominante en los asuntos internacionales utilizando la codicia y la corrupción para inhibir a los gobiernos extranjeros del desarrollo económico.

las nuevas confesiones de un sicario económico reseña

El libro ofrece el relato de Perkins sobre su carrera en la empresa consultora de ingeniería Chas. T. Main en Boston. Según Perkins, su trabajo en la empresa consistía en convencer a los dirigentes de los países subdesarrollados para que aceptaran importantes préstamos para el desarrollo de grandes proyectos de construcción e ingeniería. Asegurándose de que estos proyectos se contrataran a empresas estadounidenses, dichos préstamos proporcionaban influencia política a Estados Unidos y acceso a los recursos naturales a las empresas estadounidenses,[1]: 15, 239 por lo que ayudaban principalmente a las familias ricas y a las élites locales, en lugar de a los pobres. Según Perkins, empezó a escribir Confesiones de un sicario económico en los años 80, pero “las amenazas o los sobornos siempre le convencían para que dejara de hacerlo”.

Sugiriendo un sistema de corporatocracia y codicia (más que una conspiración unilateral), Perkins afirma la implicación de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), con la que se había entrevistado para un trabajo antes de entrar en Main. Según el autor, esta entrevista constituyó efectivamente una selección independiente que condujo a su posterior contratación como “sicario económico” por parte de Einar Greve,[3] vicepresidente de la empresa (y supuesto enlace de la NSA).

chas. t. main

La edición continúa Confesiones de un sicario económico, exponiendo las acciones insidiosas y destructivas de profesionales a sueldo encargados de sacar billones de dólares de los países de todo el mundo, que luego terminan en las bóvedas de las mayores corporaciones y en los bolsillos de las pocas familias más ricas que controlan los recursos naturales del mundo. Basado en la experiencia personal del autor como sicario económico.

En esta última edición, Perkins ofrece nuevos detalles reveladores sobre cómo él y otros hicieron su trabajo. Pero, lo que es más importante, en una nueva y explosiva sección describe cómo las herramientas del EHM se están utilizando en todo el mundo más ampliamente que nunca, incluso en los propios Estados Unidos. El libro se complementa con pruebas documentales de la actividad de los sicarios económicos en el periodo de 2004 a 2015 y con una controvertida sección sobre los métodos que se utilizan hoy en día de forma mucho más activa que nunca, incluso en Estados Unidos. El material de la nueva sección abarca todo el planeta, incluyendo las Seychelles, Honduras, Ecuador, Libia, Turquía, Europa Occidental, Vietnam y China.

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