Despido por absentismo laboral

absentismo laboral

En el caso Litha Malimba contra Sun International Management Limited y otros, JR1594/18 (dictado el 23 de enero de 2021), el Tribunal de Trabajo tuvo que decidir si el hecho de que un empleado no se presentara a trabajar – durante un día – justificaba un despido.

El Sr. Litha Malimba (Sr. Malimba) estaba empleado como comerciante. El 26 de enero de 2018, el empleado se presentó a trabajar sin su tarjeta de identificación de personal. Se le pidió que fuera a casa a buscar su tarjeta de identificación del personal y que volviera al trabajo al día siguiente.

El 27 de enero de 2018, el empleado no se presentó a trabajar y no informó a la dirección. El objetivo de la norma era garantizar que el empleador ofrezca una alternativa oportuna si un empleado no puede presentarse a trabajar. El empleado fue acusado de absentismo y fue despedido.

Descontento con el resultado, el empleado presentó un litigio por despido improcedente ante la CCMA impugnando la equidad de su despido. No tuvo éxito en la CCMA y presentó una solicitud de revisión ante el Tribunal Laboral.

En el Tribunal Laboral, el Sr. Malimba argumentó que el despido no era la sanción adecuada y que no era razonable teniendo en cuenta la naturaleza de la mala conducta. En su análisis, el juez Tlhotlhalemaje señaló lo siguiente:

formas de abordar el absentismo

El absentismo se ha definido como una baja no autorizada de una persona que tiene intención de volver al trabajo. Uno de los deberes básicos de un empleado es prestar servicios a su empleador. El hecho de que un empleado no preste dichos servicios va en contra de este deber, socavando así la esencia misma de la relación laboral.

La ausencia de un empleado al trabajo puede ser tratada como una forma de mala conducta o como una incapacidad, dependiendo del motivo de la ausencia. Para que el absentismo constituya una falta, debe estar presente el elemento de la culpa.

En los casos de ausencias prolongadas, la línea divisoria entre la categoría de mala conducta y la categoría de incapacidad no se traza fácil y claramente. Ha habido casos en los que se ha criticado a los empleadores por enfocar el absentismo como una forma de mala conducta, cuando en realidad se trataba de un caso claro de incapacidad y el empleado en cuestión era incapaz de prestar servicios al empleador por razones de salud o lesión.

Para justificar el despido en casos de absentismo, los tribunales exigen que las ausencias tengan una duración excesiva o sean lo suficientemente frecuentes como para perturbar el trabajo. Como en cualquier despido, los empresarios deben seguir un procedimiento justo al despedir a un empleado por absentismo.

absentismo del lunes al viernes

En determinadas condiciones, el absentismo frecuente por motivos de salud puede constituir un motivo válido de despido. Sin embargo, ¿qué ocurre cuando el absentismo de un empleado está relacionado con una depresión causada por el estrés laboral? Una reciente sentencia del Tribunal de Apelación ha analizado esta cuestión.

Según la jurisprudencia, el absentismo por motivos de salud -caracterizado por periodos largos o numerosos- puede ser una causa grave de despido cuando afecta innegablemente al funcionamiento del empresario. Si un empresario tiene motivos fundados para creer que ya no puede contar con un empleado debido a estas ausencias, el despido puede estar justificado.(2)

El caso se refería a un empleado que trabajaba en contabilidad y gestión de riesgos y que había estado ausente de forma continuada por enfermedad durante más de cuatro meses. El empleado había aportado 12 certificados médicos y había estado ausente un total de 134 días en 2016.

El tribunal sostuvo que una ausencia tan prolongada de un empleado en un puesto de responsabilidad había afectado negativamente al empleador, que había tenido que encontrar y proporcionar un sustituto, y había dado lugar a un lugar de trabajo desorganizado.

carta de despido por ausencia no autorizada del trabajo

En lo que sigue, nos referimos a las ausencias ocasionales del trabajo que un empleado puede intentar justificar con una llamada telefónica indicando que no se presentará al trabajo o con una simple declaración de que no se siente bien. No nos ocuparemos de las ausencias prolongadas que no sean producto de una enfermedad específica y grave. El retraso se refiere simplemente a la presentación al trabajo después de que haya comenzado el turno o el programa diario de horas.

Muchas empresas tienen políticas de asistencia que establecen el procedimiento que debe seguir un empleado cuando no se presenta a trabajar o se presenta con retraso. A menudo se exige que el empleado comunique su inasistencia antes de que comience su turno, y que presente notas del médico cuando las ausencias estén relacionadas con la enfermedad y se prolonguen más allá de un determinado número de días. El incumplimiento de la política de asistencia de un empleador probablemente dará lugar a medidas disciplinarias y, si la conducta continúa, será invocada por el empleador como causa de despido.

Incluso cuando no existe una política formal de asistencia, el retraso persistente sin una razón válida se considerará generalmente como un incumplimiento grave de la obligación del empleado con el empleador. Si el empleado no puede ofrecer una explicación válida de su retraso persistente, se le han hecho advertencias y la conducta persiste, es probable que el empresario pueda despedirlo por causa justificada.

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