Dilema del prisionero economia

Dilema del prisionero economia

Juego simétrico

El dilema del prisionero, una de las teorías de juegos más famosas, fue conceptualizado por Merrill Flood y Melvin Dresher en la Rand Corporation en 1950. Posteriormente fue formalizado y bautizado por el matemático canadiense Albert William Tucker.

El escenario del dilema del prisionero funciona como sigue: Dos sospechosos han sido detenidos por un delito y se encuentran en habitaciones separadas en una comisaría de policía, sin medios para comunicarse entre sí. El fiscal les ha dicho por separado lo siguiente:

Empecemos por construir una matriz de pagos como la que se muestra en la tabla siguiente. La “recompensa” se muestra aquí en términos de la duración de la pena de prisión (simbolizada por el signo negativo; cuanto más alto sea el número, mejor). Los términos “cooperar” y “desertar” se refieren a que los sospechosos cooperan entre sí (por ejemplo, si ninguno de ellos confiesa) o desertan (es decir, no cooperan con el otro jugador, que es el caso en el que un sospechoso confiesa, pero el otro no). El primer número de las casillas (a) a (d) muestra la recompensa para el sospechoso A, mientras que el segundo número la muestra para el sospechoso B.

Psicología del dilema del prisionero

El dilema del prisionero es un ejemplo estándar de un juego analizado en la teoría de juegos que muestra por qué dos individuos completamente racionales podrían no cooperar, incluso si parece que les conviene hacerlo. Fue planteado originalmente por Merrill Flood y Melvin Dresher mientras trabajaban en RAND en 1950. Albert W. Tucker formalizó el juego con recompensas de penas de prisión y lo denominó “dilema del prisionero”,[1] presentándolo de la siguiente manera:

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Dos miembros de una organización criminal son detenidos y encarcelados. Cada uno de los presos está en régimen de aislamiento sin poder comunicarse con el otro. Los fiscales carecen de pruebas suficientes para condenar a la pareja por el cargo principal, pero tienen las suficientes para condenar a ambos por un cargo menor. Al mismo tiempo, los fiscales ofrecen a cada preso un acuerdo. Cada preso tiene la oportunidad de traicionar al otro testificando que el otro cometió el delito, o de cooperar con el otro guardando silencio. Los resultados posibles son:

Se da a entender que los presos no tendrán ninguna oportunidad de recompensar o castigar a su compañero más allá de las penas de prisión que obtengan y que su decisión por sí misma no afectará a su reputación en el futuro. Como traicionar a un compañero ofrece una recompensa mayor que cooperar con él, todos los presos con interés propio puramente racional traicionarán al otro, lo que significa que el único resultado posible para dos presos puramente racionales es que se traicionen mutuamente, aunque la cooperación mutua les proporcione una mayor recompensa[2].

Juego del ciempiés

La Brigada Al-Qassam se dedica a matar, a ser matado y a celebrar la matanza. Ninguna de estas matanzas parece servir a ningún plan estratégico, salvo como venganza ciega, expresión de histeria religiosa y como marcador de posición de un programa viable para la creación de un Estado palestino. En resumen, la Brigada Al-Qassam puede describirse mejor como un culto psicótico a la muerte. Sharkansky, 2002

1Una de las experiencias más frustrantes para un economista en activo es enfrentarse a un psicólogo, un politólogo -o incluso, en algunos casos, a un economista galardonado con el Premio Nobel- para que le digan en términos inequívocos: “Su teoría no explica X, pero X ocurre en el mundo real, así que su teoría está equivocada”. La frustración gira en torno al hecho de que la teoría sí predice X y tú personalmente has publicado un artículo en una revista importante que demuestra exactamente eso. No se puede criticar de forma inteligente -independientemente de las credenciales de cada uno- lo que no se entiende. Acabamos de ver que la teoría económica estándar de la corriente principal explica muchas cosas bastante bien. Antes de examinar las críticas a la teoría más de cerca, sería prudente invertir un poco de tiempo en entender lo que la teoría dice y lo que no dice.

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Juego extensivo

El dilema del prisionero se refiere a una paradoja en la toma de decisiones y en la teoría moderna de los juegos que ejemplifica cómo dos individuos racionales atrapados en la misma situación pueden responder a ella sin conocer la opinión de los demás. O bien actúan en su propio interés o se niegan a cooperar, lo que conduce a un resultado subóptimo o no óptimo.

También permite que los individuos con intereses propios conozcan la posibilidad de cooperar en entornos en los que se toman decisiones estratégicas. Tanto si se trata de un juego como de un escenario de la vida real, esta noción ayuda a analizar todos los posibles resultados de un problema y a tomar la mejor decisión para salir de él. Y por ello, es aplicable en diferentes nichos, incluyendo los negocios, la economíaLa economía es un área de las ciencias sociales que estudia la producción, la distribución y el consumo de recursos limitados dentro de una sociedad. finanzas, política, filosofía, psicología, sociología, etc.

La teoría del dilema del prisionero describe una situación en la que dos participantes deben elegir entre cooperar o no en el proceso de toma de decisiones para alcanzar una solución óptima. La cooperación ayuda a tomar decisiones en beneficio del individuo, la empresa o la economía, o la sociedad.

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