Complemento del bien
Todos sabemos que la demanda de un producto se ve afectada principalmente por su precio, pero hay otros factores que también pueden afectar a su demanda. Uno de estos factores es el “Precio de los bienes relacionados”, donde el término “bienes relacionados” significa complementos y sustitutos. En palabras sencillas, los bienes complementarios son aquellos que se completan entre sí. Esto significa que dichos bienes se utilizan conjuntamente con otros, lo que aumenta su valor. En otras palabras, estos bienes no tienen valor cuando se consumen solos.
Por otro lado, los bienes sustitutivos son aquellos bienes que compiten entre sí. Esto significa que estos bienes pueden ser utilizados en sustitución de otro bien. La relación que representan los complementos y los sustitutos se engloba en la “demanda cruzada”.
La demanda cruzada o elasticidad cruzada de la demanda, determina la capacidad de respuesta de los consumidores en la cantidad demandada de un bien, en caso de que el precio de otro bien interrelacionado aumente o disminuya, mientras que las demás cosas permanecen constantes. El signo, es decir, más o menos, desempeña un papel importante en la elasticidad cruzada de la demanda, ya que determina si los productos son complementarios o sustitutivos.
Sustitutos o complementos
Un producto complementario -más conocido como bien complementario en economía- es un artículo que suele tener un uso interrelacionado con otro bien. Los economistas suelen utilizar ejemplos clásicos para definir un producto complementario, como los perritos calientes y los panecillos para perritos calientes, los vehículos de motor y los neumáticos de goma, o las hamburguesas y los panecillos para hamburguesas. La demanda de uno de estos bienes suele impulsar la demanda del otro debido a su uso interrelacionado. El propósito de definir los bienes como complementarios puede ayudar a los economistas a entender las decisiones que toma el homo economicus, el hombre económico. Las empresas también pueden utilizar esta información con fines comerciales generales.
La oferta y la demanda es la forma habitual en que los economistas determinan cómo asigna los recursos una economía. El precio es el factor más importante en este caso, ya que vendedores y compradores intentan llegar a un punto en el que puedan maximizar el movimiento de mercancías. Las empresas que venden un producto complementario tienen que asegurarse de que existe suficiente oferta para cada bien. El precio de cada producto tiende a tener puntos de equilibrio distintos, definidos por la oferta y la demanda. Las empresas tienen que asegurarse de que el equilibrio de cada bien está cerca del otro para maximizar las ventas de cada artículo.
Producto sustitutivo
Los bienes sustitutivos (o simplemente sustitutos) son productos que satisfacen un deseo común y los bienes complementarios (simplemente complementos) son productos que se consumen conjuntamente. La demanda de los sustitutos de un producto aumenta y la de sus complementos disminuye si el precio del producto aumenta.
Uno de los determinantes de la demanda, es decir, los factores que pueden provocar un desplazamiento de la curva de demanda de un producto, es el precio de los bienes conexos. En general, existen dos tipos de bienes relacionados: el bien o los bienes que pueden consumirse en lugar del producto y el bien o los bienes que se consumen junto con el producto. El primero se denomina bien sustitutivo y el segundo es un bien complementario.
Coca-Cola y Pepsi, el iPhone y la serie Galaxy S, Nike y Adidas son algunos ejemplos de bienes sustitutivos. Si el precio de la Coca-Cola aumenta, la demanda de Pepsi debería aumentar porque muchos consumidores de Coca-Cola se pasarán a Pepsi. Del mismo modo, los precios del iPhone y del Galaxy S afectan a su demanda mutua. Dado que hay muchos fanboys que volverán a priorizar su gasto para permitirse un iPhone incluso después del aumento de precio, muchos consumidores racionales ponderarán su preferencia por un producto sobre el otro y la prima que están dispuestos a pagar.
Complementos perfectos
La inversión en activos alternativos implica mayores riesgos que las inversiones tradicionales y es adecuada sólo para inversores sofisticados. Las inversiones alternativas suelen venderse mediante un folleto que revela todos los riesgos, comisiones y gastos. No son eficientes desde el punto de vista fiscal y el inversor debe consultar con su asesor fiscal antes de invertir. Las inversiones alternativas tienen comisiones más elevadas que las inversiones tradicionales y también pueden estar muy apalancadas y emplear técnicas de inversión especulativas, lo que puede magnificar el potencial de pérdida o ganancia de la inversión y no debe considerarse un programa de inversión completo. El valor de la inversión puede bajar o subir y los inversores pueden recuperar menos de lo que han invertido.
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