Ejemplos de bienes sustitutivos

Sustitutos directos e indirectos

Aquí tenemos las curvas de demanda de dos bienes complementarios (A y B). Supongamos que el precio del bien A baja en el panel de la derecha. La ley de la demanda nos dice que se comprará más cantidad del bien A al bajar la curva de demanda. En otras palabras, la cantidad demandada del bien A aumentará.

Dado que los bienes A y B son complementarios, una mayor cantidad de bien A requiere el uso de más bien B. Pero el precio del bien B no ha cambiado. Por tanto, sólo se comprará más bien B si la demanda del bien B aumenta desplazándose hacia la derecha.

En los paneles inferiores, tenemos dos bienes sustitutivos (C y D). Supongamos que el precio del bien C disminuye en el panel de la derecha. La ley de la demanda nos dice que se comprará más cantidad del bien C desplazando la curva de demanda hacia abajo. En otras palabras, la cantidad demandada del bien C aumentará.

Dado que los bienes C y D son sustitutos, una mayor cantidad del bien C sustituirá el uso del bien D. Pero el precio del bien D no ha cambiado. Por tanto, sólo se comprará menos bien D si la demanda del bien D disminuye desplazándose hacia la izquierda.

Sustitutos o complementos

En microeconomía, dos bienes son sustitutos si los productos pueden ser utilizados para el mismo fin por los consumidores[1] Es decir, un consumidor percibe ambos bienes como similares o comparables, de modo que tener más de un bien hace que el consumidor desee menos del otro. A diferencia de los bienes complementarios y los bienes independientes, los bienes sustitutivos pueden reemplazarse entre sí en su uso debido a los cambios en las condiciones económicas[2] Un ejemplo de bienes sustitutivos es Coca-Cola y Pepsi; el aspecto intercambiable de estos bienes se debe a la similitud del propósito que cumplen, es decir, satisfacer el deseo de los clientes de un refresco. Estos tipos de sustitutos pueden denominarse sustitutos cercanos[3].

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La ocasión de uso de un producto describe cuándo, dónde y cómo se utiliza[3]. Por ejemplo, tanto el zumo de naranja como los refrescos son bebidas, pero los consumidores los utilizan en ocasiones diferentes (por ejemplo, en el desayuno o durante el día).

Un ejemplo de bienes sustitutivos son el té y el café. Estos dos bienes cumplen las tres condiciones: el té y el café tienen características de rendimiento similares (quitan la sed), ambos tienen una ocasión de uso similar (por la mañana) y ambos se suelen vender en la misma zona geográfica (los consumidores pueden comprar ambos en su supermercado local). Otros ejemplos comunes son la margarina y la mantequilla, y McDonald’s y Burger King.

Producto sustitutivo

Todos sabemos que la demanda de un producto se ve afectada principalmente por su precio, pero hay otros factores que también pueden afectar a su demanda. Uno de estos factores es el “Precio de los bienes relacionados”, donde el término “bienes relacionados” significa complementos y sustitutos. En palabras sencillas, los bienes complementarios son aquellos que se completan entre sí. Esto significa que dichos bienes se utilizan conjuntamente con otros, lo que aumenta su valor. En otras palabras, estos bienes no tienen valor cuando se consumen solos.

Por otro lado, los bienes sustitutivos son aquellos bienes que compiten entre sí. Esto significa que estos bienes pueden utilizarse en sustitución de otro bien. La relación que representan los complementos y los sustitutos se engloba en la “demanda cruzada”.

La demanda cruzada o elasticidad cruzada de la demanda, determina la capacidad de respuesta de los consumidores en la cantidad demandada de un bien, en caso de que el precio de otro bien interrelacionado aumente o disminuya, mientras que las demás cosas permanecen constantes. El signo, es decir, más o menos, desempeña un papel importante en la elasticidad cruzada de la demanda, ya que determina si los productos son complementarios o sustitutivos.

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Efecto de sustitución del precio propio

Un sustituto, o bien sustituible, en economía y teoría del consumidor se refiere a un producto o servicio que los consumidores consideran esencialmente igual o lo suficientemente similar a otro producto. En pocas palabras, un sustituto es un bien que puede utilizarse en lugar de otro.

Los sustitutos desempeñan un papel importante en el mercado y se consideran un beneficio para los consumidores. Ofrecen más opciones a los consumidores, que así pueden satisfacer mejor sus necesidades. Las listas de materiales suelen incluir piezas alternativas que pueden sustituir a la pieza estándar si ésta se destruye.

Cuando los consumidores toman decisiones de compra, los sustitutos les proporcionan alternativas. Los sustitutos se producen cuando hay al menos dos productos que pueden utilizarse para el mismo fin, como un iPhone frente a un teléfono Android. Para que un producto sea sustituto de otro, debe compartir una relación particular con ese bien. Esas relaciones pueden ser estrechas, como una marca de café con otra, o algo más alejadas, como el café y el té.

Dar a los consumidores más posibilidades de elección ayuda a generar competencia en el mercado y, en consecuencia, a bajar los precios. Aunque esto puede ser bueno para los consumidores, puede tener el efecto contrario en los resultados de las empresas. Los productos alternativos pueden mermar la rentabilidad de las empresas, ya que los consumidores pueden acabar eligiendo uno más que otro o ver diluida su cuota de mercado.

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