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La crisis de Cataluña: Cinco días que sacudieron a España
“Una Europa de regiones creada por el Estado es como los coches eléctricos creados por las petroleras. No les interesa el coche eléctrico. Si eres la petrolera o eres el Estado, no te interesa”, dijo.
En la década de los 90 se propagaron escenarios halagüeños de una Europa de las regiones, cuando se consideraba que los Estados de la UE eran demasiado pequeños para la competencia mundial, pero también demasiado alejados para la democracia participativa.
“Nuestro deseo es permanecer en Europa, no construir una república independiente. Queremos ser una nación dentro de Europa con las herramientas de una nación. Por supuesto, si Europa fuera una federación de Estados, nuestro pasaporte sería europeo. Nuestra bandera sería europea. No tenemos ningún interés en construir una nueva frontera”, dijo Puigdemont.
“El País Vasco y Navarra tienen derecho a recaudar sus propios impuestos y eso marca una diferencia importante. Recaudan los impuestos y luego negocian con el Estado español qué cantidad deben pagar por su servicio profesional”, dijo, refiriéndose a las competencias transferidas a otras dos regiones españolas que también quiere Cataluña.
PS. Explica esto: El problema de Cataluña en Europa
La Ley del Referéndum de Autodeterminación de Cataluña contenía la disposición de que, en caso de un resultado a favor de la independencia, ésta debía declararse en las 48 horas siguientes al recuento de todos los votos. El presidente catalán, Carles Puigdemont, lo confirmó el 3 de octubre durante una entrevista exclusiva con la BBC, diciendo que “vamos a declarar la independencia 48 horas después de que se cuenten todos los resultados oficiales”[9].
Tras afirmar que consideraba el referéndum válido y vinculante, Puigdemont optó por utilizar la expresión “asumo el mandato del pueblo para que Cataluña se convierta en un Estado independiente en forma de república”, antes de añadir que “pediría al Parlamento que suspenda los efectos de la declaración de independencia para que en las próximas semanas podamos emprender un diálogo”.
El discurso dejó a los observadores desconcertados, ya que se esforzaron por entender si Puigdemont acababa de declarar la independencia[11][12]. Mientras que algunos comentaristas afirmaron que la independencia acababa de ser declarada y puesta en suspenso,[13][14] otros afirmaron que la declaración de independencia había sido pospuesta[2][15][16][17].
La independencia de España: El sueño de Cataluña, el dilema de Europa
El objetivo de la reunión, que duró dos horas en el Palau de la Generalitat de Barcelona, era debatir sobre el “proceso”: la cuestión de la independencia de Cataluña de España. En 2017, los catalanes votaron en un referéndum que el Estado español consideró inconstitucional, lo que llevó a la condena en 2019 de nueve líderes políticos y culturales a entre 9 y 13 años de prisión.
La cita para el diálogo entre el presidente de la Generalitat y el presidente del Gobierno de España se organizó en junio, tras los indultos concedidos por Sánchez a los ex presos políticos. Simbolizó el inicio de lo que ambas partes describen como una transición hacia una deliberación progresista entre España y Cataluña.
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¿Se acabó el sueño de la independencia de Cataluña? I Historia interior
Los inicios del separatismo en Cataluña se remontan a mediados del siglo XIX. La Renaixença (renacimiento cultural), que tenía como objetivo el renacimiento de la lengua y las tradiciones catalanas, condujo al desarrollo del nacionalismo catalán y al deseo de independencia[9][10] Entre las décadas de 1850 y 1910, algunos individuos,[11] organizaciones[12] y partidos políticos[13] comenzaron a exigir la plena independencia de Cataluña de España.
El gobierno español remitió la declaración al Tribunal Constitucional español, que dictaminó en marzo de 2014 que la declaración de soberanía era inconstitucional. Sin embargo, el tribunal no rechazó el “derecho a decidir”, argumentando que ese derecho no implicaba necesariamente la soberanía o la autodeterminación[40][41].
Al mes siguiente, CiU, ERC, ICV-EUiA y la Candidatura de Unidad Popular (CUP) acordaron celebrar el referéndum de independencia el 9 de noviembre de 2014, y que en él se formularían dos preguntas: “¿Quiere que Cataluña se convierta en un Estado?” y (en caso afirmativo) “¿Quiere que este Estado sea independiente?”[43] El 11 de septiembre de 2014 tuvo lugar otra manifestación masiva, la Vía Catalana 2014, en la que manifestantes vestidos con los colores catalanes, amarillo y rojo, llenaron dos avenidas de Barcelona formando una “V” gigante, para pedir la votación[44] Tras la sentencia del Tribunal Constitucional, el gobierno catalán cambió la votación por un “proceso de participación ciudadana” y anunció que sería supervisada por voluntarios. [El gobierno español recurrió de nuevo al Tribunal Constitucional, que suspendió el proceso a la espera del recurso, pero la votación siguió adelante[45] El resultado fue un 81% de votos a favor del sí, pero la participación fue sólo del 42%, lo que podría considerarse como una mayoría opuesta tanto a la independencia como al referéndum[46] Posteriormente se presentaron cargos penales contra Mas y otros por desafiar la orden judicial[45].
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