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Que es un corralito
argentina 2000s
Corralito (pronunciación en español: [koraˈlito]) fue el nombre informal de las medidas económicas tomadas en Argentina a finales de 2001 por el Ministro de Economía Domingo Cavallo para detener una corrida bancaria, y que estuvieron plenamente vigentes durante un año. El corralito congeló casi por completo las cuentas bancarias y prohibió retirar dinero de las cuentas denominadas en dólares estadounidenses.
La palabra española corralito es la forma diminutiva de corral, que significa “corral, corral de animales, recinto”; el diminutivo se utiliza en el sentido de “recinto pequeño” y en Argentina también “corral de niños”. Este expresivo nombre alude a las restricciones impuestas por la medida. El término fue acuñado por el periodista Antonio Laje[1].
En 2001, Argentina se encontraba en plena crisis: fuertemente endeudada, con una economía en completo estancamiento (una recesión de casi tres años), y el tipo de cambio estaba fijado por ley en un dólar por peso argentino, lo que restaba competitividad a las exportaciones y privaba al Estado de tener una política monetaria independiente. Muchos argentinos, pero sobre todo las empresas, temiendo una quiebra económica y posiblemente una devaluación, transformaban pesos en dólares y los retiraban de los bancos en grandes cantidades, transfiriéndolos generalmente a cuentas en el extranjero (fuga de capitales)[2].
la crisis argentina: causas y consecuencias
Corralito (pronunciación en español: [koraˈlito]) fue el nombre informal de las medidas económicas adoptadas en Argentina a finales de 2001 por el Ministro de Economía Domingo Cavallo para detener una corrida bancaria, y que estuvieron plenamente vigentes durante un año. El corralito congeló casi por completo las cuentas bancarias y prohibió retirar dinero de las cuentas denominadas en dólares estadounidenses.
La palabra española corralito es la forma diminutiva de corral, que significa “corral, corral de animales, recinto”; el diminutivo se utiliza en el sentido de “recinto pequeño” y en Argentina también “corral de niños”. Este expresivo nombre alude a las restricciones impuestas por la medida. El término fue acuñado por el periodista Antonio Laje[1].
En 2001, Argentina se encontraba en plena crisis: fuertemente endeudada, con una economía en completo estancamiento (una recesión de casi tres años), y el tipo de cambio estaba fijado por ley en un dólar por peso argentino, lo que restaba competitividad a las exportaciones y privaba al Estado de tener una política monetaria independiente. Muchos argentinos, pero sobre todo las empresas, temiendo una quiebra económica y posiblemente una devaluación, transformaban pesos en dólares y los retiraban de los bancos en grandes cantidades, transfiriéndolos generalmente a cuentas en el extranjero (fuga de capitales)[2].
argentina 1995 crisis monetaria
Las restricciones financieras -al mejor estilo de 2001- ya han aterrizado, aunque subrepticiamente. Mientras los billetes escasean, el Gobierno Nacional insiste en defenderse endilgando la responsabilidad a los brasileños por no haber entregado los billetes de papel solicitados. Sin embargo, el decrépito y oxidado Hércules C-130 de la Fuerza Aérea Argentina había sido puesto a disposición del Rally Dakar. Simultáneamente, los bancos públicos, provinciales y privados han interpuesto restricciones a las extracciones en los cajeros automáticos: siendo ahora imposible retirar más de quinientos pesos. Hay caos y bronca urbana en la ciudad de La Plata y en los centros turísticos. Jubilados, agentes de policía y beneficiarios de programas sociales no pueden sacar sus sueldos mensuales. Oscuras alternativas se perfilan tras la ineptitud oficial de Amado Boudou y Mercedes Marco del Pont. El juego político del camionero Hugo Moyano. La corrida bancaria está entre nosotros.
Aquí están los grandes aportes del kirchnerismo, esos que, aún elípticamente, pocos se atreven a mencionar: los cortes de luz (con la consiguiente interrupción del suministro de agua potable), los piquetes, la escasez de combustible y su aumento de precio, la violencia sin límites (que implica la reciente okupación) y -más recientemente-, una flamante y actualizada versión del corralito bancario/financiero.
la economía argentina en la actualidad
La Gran Depresión Argentina fue una depresión económica en Argentina, que comenzó en el tercer trimestre de 1998 y se prolongó hasta el segundo trimestre de 2002[1][2][3][4][5][6], tras quince años de estancamiento y un breve periodo de reformas de libre mercado[5].
La depresión, que comenzó tras las crisis financieras de Rusia y Brasil[1], provocó un desempleo generalizado, disturbios, la caída del gobierno, el impago de la deuda externa del país, el aumento de las monedas alternativas y el fin del tipo de cambio fijo del peso con respecto al dólar estadounidense[1]. [La economía se contrajo un 28 por ciento entre 1998 y 2002[2][6] En términos de ingresos, más del 50 por ciento de los argentinos vivían por debajo del umbral oficial de pobreza y el 25 por ciento eran indigentes (sus necesidades básicas estaban insatisfechas); siete de cada diez niños argentinos eran pobres en lo más profundo de la crisis en 2002[1][6].
El PIB de Argentina superó los niveles anteriores a la crisis en 2005, y la reestructuración de la deuda argentina de ese año supuso la reanudación de los pagos de la mayoría de sus bonos impagados; una segunda reestructuración de la deuda en 2010 elevó el porcentaje de bonos fuera de impago al 93%, aunque los juicios de los holdouts liderados por los fondos buitre seguían en curso[11][12] Los tenedores de bonos que participaron en la reestructuración han cobrado puntualmente y han visto aumentar el valor de sus bonos. [13] [14] Argentina pagó la totalidad de sus préstamos del Fondo Monetario Internacional en 2006,[15] pero mantuvo una larga disputa con el 7% de los tenedores de bonos que quedaban[16] En abril de 2016 Argentina salió del default cuando el nuevo gobierno decidió pagar la deuda del país, abonando el monto total a los fondos buitre/de cobertura[17].
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