Qué es el erte
Las cifras de empleo de enero mostraban que unos 105.000 empleados estaban acogidos al ERTE en todo el país y que había 5.600 en Baleares. Cifras pequeñas en comparación con lo que fueron en su día, los empresarios sostienen, sin embargo, que el régimen debe permanecer hasta que se consolide la recuperación. Esto no ocurrirá hasta el verano.
La esperanza era que, con la llegada de la Semana Santa, no hubiera sido necesaria una prórroga. Omicron echó por tierra esa esperanza y obligó a las empresas a volver al ERTE. Por tanto, continúa la incertidumbre, que se refleja en la falta de confianza generalizada de las empresas en el primer trimestre.
Esquema Erte
Desde el inicio de la pandemia de SARS-CoV-2, la mayoría de nosotros hemos aprendido algunas palabras y conceptos nuevos con los que sólo unos pocos estaban familiarizados hasta ahora: mascarillas quirúrgicas, mascarillas FFP2, coronavirus, EPI, PCR, teletrabajo, etc. La pandemia ha cambiado (y repercutido) todo: el ámbito de la salud, la economía y, por supuesto, el empleo.
Los despidos temporales conocidos en España como ERTEs han sido noticia, formando parte de la “nueva normalidad” de estos últimos meses. Y mientras la ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, llama a la calma al anunciar un nuevo acuerdo con sindicatos y patronal para prorrogar los ERTEs hasta el 31 de mayo, muchas empresas se preguntan qué pasará si, lamentablemente, el ERTE que se les aplica tiene que convertirse en un ERE.
La principal diferencia entre un ERTE y un ERE radica en el carácter temporal o permanente de estos procedimientos. Así lo reflejan las siglas en español. Un ERTE implica una suspensión temporal del contrato de trabajo, mientras que en el caso de un ERE, el contrato no se suspende, sino que se extingue, por lo que la relación laboral llega a su fin.
Qué significa erte en España
Durante estos últimos días, hemos escuchado muchas veces el término “ERTE”. La situación actual está obligando a muchas empresas a tomar medidas excepcionales debido al parón provocado por la crisis del coronavirus. Entre ellas, las que no pueden continuar con su trabajo, no tienen ingresos y no pueden afrontar la situación económica actual, están anunciando ERES y ERTES. Pero… ¿cuáles son las diferencias entre ambos?
Estas medidas pretenden que las empresas, en lugar de despedir a sus trabajadores, opten por realizar expedientes de regulación de empleo (ERTE) temporales, por fuerza mayor, ante una caída de la actividad (cierre de
Además, para hacer esta figura más atractiva para los empresarios, el Gobierno reducirá las cotizaciones empresariales a la Seguridad Social de los trabajadores afectados por el ERTE, para limitar al máximo el coste de sus salarios.
El Gobierno también ha decretado que, mientras dure el ERTE, los trabajadores tienen derecho a cobrar la prestación por desempleo, hayan cotizado o no los 360 días que se exigen con carácter general para poder acceder a esta prestación. En este caso, la base reguladora de la prestación por desempleo será la media de la base de cotización del trabajador en los últimos 180 días.
El paro de los españoles
El 31 de mayo es la nueva fecha acordada por Gobierno, Patronal y sindicatos para la prórroga del ERTE, según el preacuerdo alcanzado en la mañana de este viernes por todas las partes en su primera reunión para abordar este asunto. El actual periodo de ERTE por coronavirus finaliza el 31 de enero y es voluntad expresa de todos prorrogar este mecanismo más allá de la finalización del actual Estado de Alarma, que expira el 9 de mayo.
La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, pidió que los plazos de negociación no se alarguen como ha ocurrido en otras ocasiones. Instó a que la negociación no vaya más allá del 15 de enero. En su opinión, los ERTEs son una herramienta que está funcionando “muy bien”, a la que se ha dotado de una “enorme flexibilidad”, pero señaló que tiene que haber “más sencillez”.
El presidente del sindicato CEOE, Antonio Garamendi, dijo anteriormente que, en su opinión, el ERTE debe prorrogarse al menos hasta junio y que las empresas deben poder sacar parte de la plantilla, no toda, para que tengan flexibilidad para reconstruir.
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