Actividades para los niños que tiene poca tolerancia a la frustración

Test de baja tolerancia a la frustración

Los grandes trastornos de la vida, como la pérdida de un ser querido, el divorcio, una enfermedad grave o la pérdida del trabajo, pueden ser estresantes y emocionales. Mientras que algunos pueden gestionar bien esas emociones, para otros estos cambios crean sentimientos de frustración y malestar que pueden dar lugar a pánico, ansiedad e intentos frenéticos de restablecer el orden.
Una baja tolerancia a la frustración puede conducir a sentimientos crónicos de depresión, ansiedad e insatisfacción, por lo que es importante reforzar la capacidad de tolerar la frustración. Si lo haces, estarás mejor equipado para enfrentarte a la imprevisibilidad de la vida, lo que en última instancia te ayudará a superar los obstáculos. La Tolerancia Óptima a la Frustración, un término asociado a la Autopsicología, tiene que ver con nuestra capacidad para gestionar los sentimientos de frustración de forma que nos lleve al crecimiento emocional y al desarrollo de nuevas habilidades de afrontamiento.

Juegos en línea para la tolerancia a la frustración

Todos tenemos una “tolerancia a la frustración”, que se refiere a nuestra capacidad para manejar los contratiempos y gestionar nuestras emociones cuando tenemos que ser pacientes. Algunas personas tienen una alta tolerancia a la frustración, lo que significa que no se alteran fácilmente y pueden permanecer relativamente tranquilas cuando se enfrentan a desafíos. Otras personas tienen una baja tolerancia a la frustración. Pueden alterarse fácilmente cuando la más mínima cosa va mal. Podemos describir a estas personas como “acaloradas” o “malhumoradas”. Las personas con baja tolerancia a la frustración pueden hacernos sentir como si estuviéramos caminando sobre cáscaras de huevo a su alrededor. Es posible que tengamos miedo de “hacerlos estallar” y que reduzcamos nuestras expectativas respecto a ellos. La tolerancia a la frustración, afortunadamente, es una habilidad que podemos desarrollar para nosotros mismos y para los demás.
Las habilidades pueden construirse y mejorarse. Puede que tengamos que empezar poco a poco para ayudar a los demás o a nosotros mismos. Nuestros hijos pueden necesitar nuestra ayuda para desarrollar su tolerancia a la frustración. Cuando nuestros hijos tienen problemas, puede que nos cueste verles frustrados con cualquier actividad. Queremos ver a nuestros hijos felices y no queremos introducirlos en ningún factor estresante de la vida. Sin embargo, cuando evitamos que los niños experimenten cualquier tipo de estrés diario, podemos estar disminuyendo involuntariamente su tolerancia a la frustración. Las personas con una baja tolerancia a la frustración pueden mostrar algunas de estas características:

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Actividades de tolerancia a la frustración terapia ocupacional

Muchos niños pequeños tienen dificultades para tolerar la frustración. La ira y la frustración son emociones poderosas, y las reacciones de los niños pueden ser intensas en el momento. Como adultos, sabemos cuándo se nos aprieta el botón de la ira. Sabemos lo que tenemos que hacer para superar algo frustrante de forma adecuada. Los niños, sin embargo, no llegan a este mundo con un bolsillo lleno de habilidades de gestión de la frustración.
La buena noticia es que los padres pueden ayudar a sus hijos a desarrollar habilidades de tolerancia a la frustración en casa. Con un poco de orientación (y mucha paciencia), puedes enseñar a tu hijo a enfrentarse a las dificultades.
Puedes ayudar a tu hijo a entender sus desencadenantes específicos llevando un registro de los mismos. Cuando hable de una situación frustrante con su hijo, anote lo que ocurrió justo antes del suceso, la hora del día y lo que estaba ocurriendo cuando se produjo el ataque.
Cree una lista de locuras.  Pídale a su hijo que nombre todas las cosas que le hacen enfadar. Escriba su lista en un papel mientras descarga sus emociones. Ofrece empatía y comprensión mientras haces esto. Los niños necesitan sentirse comprendidos, y un simple “¡oh, eso también me enfada!” demuestra que lo entiendes. Una vez que la lista esté completa, pídale a su hijo que la rompa en pedacitos (esto proporciona una muy necesaria liberación física de la emoción) y los lance al aire. A continuación, recoge los trozos y tíralos para siempre.

Tolerancia a la frustración del tdah

Como adultos, todos entendemos lo que se siente al estar frustrado. Nos encontramos con frustraciones grandes y pequeñas todos los días, desde ponernos detrás de un conductor lento cuando ya vamos con retraso hasta decirles a nuestros hijos que hagan algo cinco veces antes de que nos escuchen.
Aunque no siempre manejamos nuestra frustración de la manera más productiva, cuando llegamos a la edad adulta, muchos de nosotros hemos aprendido a reconocer los signos de frustración y a desarrollar mecanismos de afrontamiento para liberar esa frustración de manera adecuada.
Los niños, en cambio, no han aprendido ninguna de estas importantes habilidades. No saben identificar sus emociones, ni conocen la mejor manera de manejarlas cuando surgen.
Afortunadamente, estas habilidades pueden enseñarse. Enseñar a los niños a prestar atención a varios factores puede ayudarles a reconocer cuándo es probable que se sientan frustrados y también cómo se siente esa frustración. Una vez que son capaces de identificar cuándo se sienten frustrados, se les puede enseñar varias formas de liberar esa frustración.

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