▷ Autoestima en niños de 9 a 12 años | Actualizado octubre 2024

¿qué piensa mi hijo…?

Principio de la página Resumen del tema Cada día, los niños de 6 a 10 años pueden enfrentarse a nuevos retos en casa con sus familias y en el colegio con sus amigos y profesores. Al final de un día, puede que se sientan bien consigo mismos. Se divierten con sus amigos, les va bien en la escuela y son felices en casa. Al día siguiente, todo puede desmoronarse si una sola cosa va mal. Hay muchas cosas que influyen en la autoestima de los niños, que es el sentido de valía y pertenencia de un niño. Entre ellas, la naturaleza o las capacidades innatas del niño y la forma en que se le ha educado, es decir, la experiencia del niño con sus padres, sus cuidadores y otras personas. Es normal que la autoestima suba y baje en ciclos, de día en día e incluso de hora en hora, a medida que el niño construye y luego reconstruye su autoconcepto. Los niños que sienten que no son buenos en al menos una cosa tienden a ser emocionalmente vulnerables. Para ayudar a fortalecer y apoyar una autoestima sana en tu hijo: Información relacionadaCréditos

Autor: Personal de Healthwise Revisión médica: Dr. John Pope – Pediatría Dr. Thomas M. Bailey – Medicina Familiar Dra. Kathleen Romito – Medicina Familiar Dr. Adam Husney – Medicina Familiar Dra. Kathleen Romito – Medicina Familiar

signos de baja autoestima en niños de 5 años

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Una autoestima sana es una de las características más importantes del desarrollo infantil saludable. La salud social, conductual y emocional de un niño desempeña un papel crucial en la forma en que maneja los contratiempos, la presión de los compañeros y otros desafíos a lo largo de la vida.

La autoestima positiva es también un factor de protección para una buena salud mental. Cultivar la confianza en sí mismo contribuye a un comportamiento social positivo y funciona como un amortiguador cuando su hijo experimenta estrés y situaciones negativas.

La autoestima es básicamente la forma en que los niños se ven a sí mismos, es decir, lo que piensan de sí mismos y su capacidad para hacer cosas. La autoestima depende de lo mucho que se sientan queridos y del apoyo y el estímulo (o las críticas) que reciban de personas importantes en su vida, como sus padres y sus profesores.

5 factores que pueden potenciar el desarrollo de la autoestima y la identidad propia

Los niños que se sienten bien consigo mismos tienen la confianza necesaria para intentar cosas nuevas. Es más probable que se esfuercen al máximo. Se sienten orgullosos de lo que pueden hacer. La autoestima ayuda a los niños a enfrentarse a los errores. Les ayuda a volver a intentarlo, incluso si fracasan al principio. Como resultado, la autoestima ayuda a los niños a mejorar en la escuela, en casa y con los amigos.

Los niños con baja autoestima se sienten inseguros de sí mismos. Si creen que los demás no les van a aceptar, es posible que no participen. Pueden dejar que los demás les traten mal. Puede que les cueste defenderse. Es posible que se rindan fácilmente o que no lo intenten. A los niños con baja autoestima les cuesta enfrentarse a los errores, las derrotas y los fracasos. Como resultado, puede que no les vaya tan bien como podrían.

La autoestima puede empezar ya en la infancia. Se desarrolla lentamente con el tiempo. Puede empezar simplemente porque un niño se siente seguro, querido y aceptado. Puede empezar cuando un bebé recibe atención positiva y cuidados cariñosos.

Cuando los bebés se convierten en niños pequeños, son capaces de hacer algunas cosas por sí mismos. Se sienten bien consigo mismos cuando pueden utilizar sus nuevas habilidades. Su autoestima crece cuando los padres le prestan atención, le dejan intentarlo, le regalan sonrisas y le demuestran que están orgullosos.

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Los niños pequeños tienden a tener medidas de autoestima relativamente altas, pero con el inicio de la preadolescencia, la baja autoestima puede convertirse en un problema mayor. Hay una serie de razones interrelacionadas por las que la baja autoestima empieza a aparecer durante la preadolescencia.

El psicólogo Erik Erikson creía que la autocomparación es el escenario de la mayor lucha a la que se enfrentan los niños de esta edad. Su mayor conflicto, creía, se centra en desarrollar un sentido de la industria, o un sentimiento de competencia, al tiempo que se evita un sentimiento de inferioridad.

Como señaló Erikson, algunos niños se dan cuenta de que sus esfuerzos no son tan buenos como los de sus compañeros y empiezan a sentirse inferiores. Sin embargo, cabe destacar que el sentimiento de incompetencia no conduce universalmente a una baja autoestima. Si el mal rendimiento de un niño se produce en un ámbito que no valora, como el atletismo, es poco probable que su autoestima se vea afectada. Sin embargo, si es incompetente en un área que considera importante, como la académica, corre el riesgo de desarrollar una baja autoestima.