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Biografia del cid campeador
Por qué el cid es un héroe
Los héroes de las epopeyas y los cantos de gesta antiguos y modernos suelen ser fruto de la imaginación individual o colectiva. Algunos de ellos, sin embargo, se basan con mayor o menor exactitud en personas que existieron realmente, cuya fama los convirtió en figuras legendarias, hasta el punto de que es muy difícil saber qué partes del relato sobre sus hazañas tienen una base histórica. En esto, como en muchos otros aspectos, el caso del Cid es excepcional.
Aunque su biografía se combinó durante muchos siglos con la leyenda, hoy se sabe bastante de su vida real y, lo que es más sorprendente, existe su autógrafo en forma de firma que estampó en una dedicatoria a la Virgen María en la catedral de Valencia “en el año de la Encarnación de Nuestro Señor de 1098”. En ese documento, el Cid, que nunca utilizó oficialmente esta denominación, se presenta como “Príncipe Rodrigo el Batallador”. A continuación conoceremos su historia.
Una tradición muy arraigada dice que Rodrigo Díaz nació en Vivar (hoy conocido como Vivar del Cid), pero no hay pruebas documentales de ello. Esta localidad pertenece al municipio de Quintanilla de Vivar y está situada en el valle de Ubierna, a diez kilómetros al norte de Burgos. No se conoce la fecha de su nacimiento (algo bastante habitual entre los personajes medievales) y se han propuesto fechas que oscilan entre 1041 y 1057. Sin embargo, parece adecuado determinar esta fecha en algún momento entre 1045 y 1049.
La leyenda del cid (2020)
Díaz de Vivar se hizo famoso por su servicio en los ejércitos de los gobernantes cristianos y musulmanes. Tras su muerte, el Cid se convirtió en el célebre héroe nacional de España y en el protagonista del más importante poema épico medieval español, El Cantar de mio Cid,[1] que lo presenta como el ideal de caballero medieval: fuerte, valiente, leal, justo y piadoso.
Hay varias teorías sobre su historia familiar, que sigue siendo incierta; sin embargo, era el abuelo de García Ramírez de Pamplona, rey de Navarra, primer hijo de su hija Cristina Rodríguez. Hoy en día, el Cid sigue siendo un héroe popular español y un icono nacional, y su vida y sus hazañas se recuerdan en la cultura popular[2][3].
En la penúltima y última línea del texto del documento aparece el autógrafo de Rodrigo Díaz: “ego ruderico, simul cum coniuge mea, afirmo oc quod superius scriptum est”. Esto se traduce como “Yo Rodrigo, junto con mi esposa, afirmo lo que está escrito arriba”.
La combinación de “Cid Campeador” está documentada desde 1200 en el Linaje de Rodrigo Díaz en navarro-aragonés que forma parte del Liber regum escrito como “mio Cit el Campiador”; y en El Cantar de mio Cid.
Vivar del cidvillage en españa
Rodrigo Díaz de Vivar fue un caballero español nacido en el año 1043, y es el héroe nacional de España. Es quizás más conocido como “El Cid Campeador” (El Cid significa El Señor, o Maestro, y Campeador significa El Campeón, un título honorable que rara vez se le da a un hombre en vida).
Una vez convertido en caballero, Rodrigo pronto se distinguió de tal manera que fue nombrado comandante del ejército castellano bajo el mando del rey Sancho II. Rodrigo demostró su valía en varias batallas en las que el ejército castellano salió siempre victorioso bajo su hábil liderazgo, y fue durante este tiempo cuando se ganó el título de El Cid, así como el título honorífico de Campeador.
El rey Sancho fue asesinado en 1072, y su hermano menor, Alfonso, subió al trono. Como se sospechaba que Alfonso era el responsable de la muerte de Sancho, Rodrigo le hizo jurar públicamente que no había tenido nada que ver con la muerte de su hermano antes de reconocerlo como su rey. En una escena muy dramática, Alfonso juró que era inocente de la sangre de su hermano y fue así aceptado como rey de Castilla. Aunque el juramento le había valido la aceptación voluntaria de sus vasallos, el rey Alfonso le echó en cara al Cid que le hubiera desafiado públicamente, por lo que a la primera oportunidad desterró injustamente a Rodrigo de Castilla.
Wikipedia
Al comienzo del segundo destierro del Cid, en 1089, Jimena fue encarcelada con sus hijos, Cristina, Diego y María por mandato de Alfonso VI de León y Castilla. Nada más se sabe de Jimena hasta finales de 1094, cuando Rodrigo Díaz, el 21 de octubre, ganando la batalla de Cuarte, se aseguró el control de Valencia (que había conquistado el 17 de junio de ese año) y se reunió con su marido hasta su muerte en 1099.
Desde ese momento fue Señora de Valencia hasta 1102, cuando Alfonso VI, su pariente, decidió incendiar y abandonar la ciudad a los almorávides ante la imposibilidad de defenderla. Alfonso VI escoltó a Jimena en su regreso a Castilla. De esta época se conserva un documento de donación realizado por Jimena Díaz a la Catedral de Valencia en 1101 que contiene su firma. Esculturas modernas que representan a Jimena y su marido
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