Como trabajar la inteligencia emocional en el aula

actividades de enseñanza de la inteligencia emocional

Parte del crecimiento consiste en desarrollar la empatía, la capacidad de comprender los sentimientos de los demás. Comienza en el jardín de infancia, cuando aprendemos a compartir los lápices de colores. A medida que crecemos, aprendemos a incluir a los demás en el patio de recreo para evitar herir sentimientos y empezamos a relacionarnos con los que son diferentes a nosotros.

Esa parte natural del desarrollo humano se enfrenta a algunos retos únicos, ya que muchas de nuestras interacciones sociales, ya sea en casa o en la escuela, se producen con una pantalla en lugar de cara a cara. Helen Riess, directora del Programa de Empatía y Ciencia Relacional del Hospital General de Massachusetts, afirma que, aunque la tecnología tiene muchos beneficios, no debemos olvidar lo que nos hace humanos: la conciencia social y emocional y, sobre todo, la empatía.

“La gente está cada vez más acostumbrada a mirar pantallas con textos que a leer las emociones de las personas en sus rostros”, dice Riess, que también es profesora clínica asociada de psiquiatría en la Facultad de Medicina de Harvard. “Esa es un área tan rica en información y conexión emocional”.

la enseñanza de la inteligencia emocional en la primera infancia

La inteligencia emocional es un constructo popular asociado a los negocios, la educación, la salud y, más recientemente, el deporte. Hay pruebas claras que demuestran que la inteligencia emocional es beneficiosa para el rendimiento. Algunas de las características asociadas a la inteligencia emocional son la autoconciencia, la autorregulación, la motivación, la empatía y la gestión de las relaciones. Pero, ¿cómo podemos aprovechar nuestra inteligencia emocional para que mejore las prácticas docentes?

El concepto de autoconciencia alude a ser consciente de la situación que nos rodea y a pensar más allá. Pensar más allá también podría denominarse “pensar fuera de la caja”. Los profesores que deseen mejorar su rendimiento deben ser conscientes de sí mismos. La autoconciencia alude a la emoción de uno mismo. Los profesores deben controlar sus emociones y demostrar una gran conciencia de sus alumnos. Esto puede desarrollarse mediante el autoanálisis del rendimiento, identificando los puntos fuertes y las limitaciones.

Hay una serie de posibilidades para que los profesores desarrollen aún más su autoconciencia. Por ejemplo, durante las sesiones de retroalimentación, los profesores deben ser conscientes de las emociones que transmiten a sus alumnos.

ejemplos de inteligencia emocional en el aula

En nuestro trabajo con los colegios, es habitual oír a los profesionales de la educación hablar de ayudar a los alumnos (y al personal) a desarrollar su inteligencia emocional. Pero, ¿a qué nos referimos exactamente? ¿Por qué y cómo deberían los profesores apoyar su desarrollo en sus alumnos?

Se puede decir que la inteligencia emocional abarca cinco áreas principales: autoconciencia, control emocional, automotivación, empatía y habilidades de relación. Por supuesto, es importante para una buena comunicación con los demás y, por lo tanto, es una puerta de entrada para mejorar el aprendizaje, las amistades, el éxito académico y el empleo. Este tipo de habilidades desarrolladas en nuestros años de formación en la escuela suelen sentar las bases de futuros hábitos en la vida.

El término inteligencia emocional se popularizó a mediados de los 90 con el libro del periodista Daniel Goleman, Inteligencia emocional: Por qué puede importar más que el coeficiente intelectual. La afirmación del libro de que la inteligencia emocional es más importante que el coeficiente intelectual es fuente de debate entre los psicólogos, pero parece que la inteligencia emocional podría ser un factor de rendimiento académico.

planes de lecciones de inteligencia emocional en la escuela primaria

Enseñar a los niños a gestionar sus emociones y a responder adecuadamente a las de los demás es una parte importante de la educación. Para lograr esta tarea, muchos educadores están incorporando programas de aprendizaje social y emocional (SEL) en el plan de estudios.

Estos programas no sólo son eficaces para mejorar la inteligencia emocional de los estudiantes, sino que los programas SEL también previenen el acoso escolar y aumentan el éxito académico. Es más, la integración de SEL en los planes de estudio diarios ayuda a los estudiantes a entender cómo comportarse con sus compañeros.

Pero lo más importante es que los alumnos empiezan a darse cuenta de que su inteligencia emocional es tan importante como su éxito académico. La inteligencia emocional permite a los estudiantes tener interacciones positivas con los demás, anticipar sus sentimientos y experimentar niveles adecuados de empatía.

Y más adelante en la vida, las personas con una alta Inteligencia Emocional se ganan la confianza de sus superiores, hacen que sus colegas se sientan valorados y atraen admiradores allá donde van. Al igual que cualquier otra forma de enseñanza, las primeras experiencias y la educación pueden ayudar a los niños a dominar el fino arte de relacionarse con otras personas. Aquí tienes ocho formas de ayudar a tus alumnos a aprender esta valiosa habilidad.

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