▷ Dia de la paz enero | Actualizado octubre 2024

2 de octubre día internacional

(ANS – Ciudad del Vaticano) – El 1 de enero, al comienzo de cada nuevo año, la Iglesia celebra a María Santísima Madre de Dios y a ella se le han confiado las oraciones y esperanzas de paz para el mundo en este 2021 que acaba de comenzar. De hecho, el 1 de enero es también el día en que se celebra la Jornada Mundial de la Paz.

La cultura del cuidado como “un compromiso común, solidario e inclusivo para proteger y promover la dignidad y el bien de todos, una voluntad de mostrar cuidado y compasión, de trabajar por la reconciliación y la sanación, y de avanzar en el respeto y la aceptación mutuos”, y “…una Cultura del Cuidado como Camino a la Paz… para combatir la cultura de la indiferencia, el despilfarro y la confrontación tan frecuentes en nuestro tiempo”. Este es el eje del Mensaje del Santo Padre para la 54ª Jornada Mundial de la Paz.

Por tanto, la paz se puede construir, subraya el Santo Padre, sólo si la encontramos dentro de nosotros mismos y en los que están cerca de nosotros, pero sobre todo ocupándonos de los necesitados. Es una nueva cultura que debe crecer para “vencer la indiferencia, vencer la brecha y la rivalidad, que lamentablemente prevalecen”.

encuentro de oración en asís

La Jornada Mundial de la Paz, que se celebra el 1 de enero de cada año, es principalmente una fiesta católica dedicada a la paz universal en la solemnidad de María, la Madre de Dios. En esta ocasión, los Papas suelen hacer declaraciones autorizadas sobre la Doctrina Social Católica (DSC). El tema de la fiesta siempre ha sido la creación de una cultura del cuidado. El Papa y la Iglesia del Vaticano subrayan la necesidad de cuidar y compartir la tolerancia con los demás, y de crear una sociedad que se centre en los buenos valores morales y no ceda a la tentación de despreciar a los demás. Los beneficios de una sociedad pacífica han sido el énfasis de la Jornada Mundial de la Paz de cada año.

El Día Mundial de la Paz comenzó en 1967, cuando el Papa Pablo VI anunció que el mundo necesita ser sensibilizado y orientado hacia la paz y el entendimiento. Inspirado por las cartas papales “Pacem in Terris” y “Populorum Progressio”, el Papa recomendó que la Iglesia desempeñara un papel más importante en nuestra búsqueda de la paz mundial, y así se designó este día, el 1 de enero, como día sagrado para celebrar los esfuerzos por la paz mundial.

1 de enero

La oración por la paz no cesa en el mundo. Se reza constantemente. La razón es que la gente anhela la paz desde lo más profundo de su corazón. Hoy, la Iglesia celebra la solemnidad de María, la Madre de Dios. Es también la Jornada Mundial de la Paz. Hoy nos unimos a los católicos de todo el mundo para pedir el don de la paz y decir “Líbranos Señor de todo mal y concédenos la paz en nuestros días”.

2000 años después del nacimiento de Cristo no hay paz en el mundo. En Belén, el lugar donde nació el Príncipe de la Paz, árabes y judíos se enfrentan en una lucha mortal. Hay muchos otros lugares de conflicto. Evidentemente, los caminos que siguen los hombres y las mujeres para conseguir la paz no son siempre los caminos de Dios. Debemos dirigirnos a Jesucristo y escuchar una vez más a Dios anunciando el don de la paz en él. Jesús, es nuestro vínculo de paz con nuestros hermanos. Se hizo hermano de todos los hombres y mujeres. Nos recuerda constantemente que todos somos hijos del mismo Padre Celestial.

la paz mundial

En un Comunicado publicado el sábado, el Dicasterio afirma que la 55ª Jornada Mundial de la Paz, que se celebrará el 1 de enero de 2022, llevará por título “Educación, trabajo y diálogo entre generaciones: instrumentos para construir una paz duradera”.

En su comunicado, el Dicasterio escribe que “el Papa Francisco identifica así tres vastos contextos hoy en plena mutación, para proponer una lectura innovadora que responda a las necesidades de los tiempos actuales y futuros, invitando a todos a “leer los signos de los tiempos con los ojos de la fe”, para que la dirección de este cambio despierte nuevas y viejas preguntas con las que es justo y necesario enfrentarse”.