Dibujo del oido y sus partes para niños

Esquema del oído para niños

El oído externo está formado por el pabellón de la oreja -también llamado pabellón auricular- y el conducto auditivo. El pabellón auricular es la parte de la oreja que se ve en el lado de la cabeza. Está formado por un duro cartílago cubierto de piel. Su función principal es recoger los sonidos y canalizarlos hacia el conducto auditivo, que es la vía que conduce al oído medio. Las glándulas de la piel que recubren el conducto auditivo producen cera, que protege el conducto limpiando la suciedad y ayudando a prevenir las infecciones.

El oído medio es una cavidad llena de aire que convierte las ondas sonoras en vibraciones y las transmite al oído interno. El oído medio está separado del oído externo por el tímpano, o membrana timpánica, una fina pieza de tejido que se extiende a lo largo del canal auditivo. Los sonidos golpean el tímpano, haciendo que se mueva.

Para oír correctamente, la presión en ambos lados del tímpano debe ser igual. Cuando subes o bajas de altura, la presión del aire cambia y puedes sentir una sensación de chasquido mientras tus oídos se ajustan. Se adaptan gracias a la estrecha trompa de Eustaquio, que conecta el oído medio con la parte posterior de la nariz y actúa como una especie de válvula de presión, de modo que la presión se mantiene equilibrada a ambos lados del tímpano.

Usos de los oídos para el jardín de infancia

La audición comienza en el oído externo. Cuando se emite un sonido fuera del oído externo, las ondas sonoras, o vibraciones, viajan por el conducto auditivo externo y golpean el tímpano (membrana timpánica). El tímpano vibra. A continuación, las vibraciones se transmiten a tres huesecillos del oído medio llamados huesecillos. Los huesecillos amplifican el sonido. Envían las ondas sonoras al oído interno y al órgano auditivo lleno de líquido (cóclea).

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Una vez que las ondas sonoras llegan al oído interno, se convierten en impulsos eléctricos. El nervio auditivo envía estos impulsos al cerebro. El cerebro traduce estos impulsos eléctricos en forma de sonido.

Diagrama del oído etiquetado

El oído de los mamíferos se compone de tres partes (el oído externo, el medio y el interno), que trabajan juntas para transmitir las ondas sonoras en señales neuronales que nuestra corteza auditiva percibe como sonido. Esta revisión se centra en el oído externo, a menudo descuidado, concretamente en el meato auditivo externo (MAE) o canal auditivo. Dentro de nuestra compleja vía auditiva, el conducto auditivo es responsable de canalizar las ondas sonoras hacia la membrana timpánica (tímpano) y hacia el oído medio, y como tal es un vínculo físico entre la membrana timpánica y el mundo exterior. Las adaptaciones anatómicas únicas, como su epitelio migratorio y las glándulas de cerumen, equipan al conducto auditivo para su función tanto de conducto como de callejón sin salida. Los defectos en el desarrollo, o los bloqueos posteriores en el canal, provocan una pérdida de audición conductiva congénita o adquirida. Estudios recientes se han basado en conocimientos de décadas de antigüedad sobre el desarrollo del canal auditivo y sugieren un nuevo sistema de desarrollo multietapa, complejo e integrado, que ayuda a explicar los mecanismos subyacentes a la atresia y estenosis congénitas del canal. Aquí revisamos nuestros conocimientos actuales sobre el desarrollo del conducto auditivo externo; cómo se forma este lumen biológico; qué determina su ubicación; y cómo se mantiene su estructura a lo largo de la vida. En conjunto, estos conocimientos permiten abordar las cuestiones clínicas desde la perspectiva de la biología del desarrollo.

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Cuestionario sobre el oído

Hay tres partes del oído que trabajan juntas para pasar el ruido de fuentes externas a través del oído hasta el cerebro para procesar la información. Las tres secciones se conocen como: el oído interno, el oído medio y el oído externo. El oído interno está formado por la cóclea, el nervio auditivo y el cerebro. El oído medio está formado por los huesecillos del oído medio (martillo, yunque y estribo). El oído externo incluye el pabellón auricular, el conducto auditivo y el tímpano.

El oído externo es el primer puerto de escala, comenzando por el pabellón auricular, que recoge las ondas sonoras y las dirige hacia el canal auditivo. El canal auditivo es un estrecho conducto que lleva al tímpano. El sonido viaja en ondas a través de un estrecho conducto llamado canal auditivo hasta el tímpano.

El oído externo (pabellón auricular) “atrapa” las ondas sonoras y las dirige a través del canal auditivo hacia el oído medio protegido. Estas ondas sonoras entrantes hacen vibrar el tímpano. Aquí comienza el proceso de comprensión de estas ondas sonoras.

Los huesecillos son una pequeña cadena de tres huesos: el martillo, el yunque y el estribo, que se mueven en el oído medio de forma vibratoria al reaccionar al movimiento del tímpano. A través de estas vibraciones (imagina que la piel de un tambor musical vibra al golpearlo), los huesecillos, una diminuta cadena de huesos (martillo, yunque y estribo) se mueven en el oído medio.

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