Dinamicas de inteligencia emocional

Emocionalmente eficaz

Las habilidades técnicas puras se basan en el conocimiento, dependiendo de los diferentes campos en los que nos movemos. La contabilidad para alguien que trabaja en la banca, las leyes de la física y los materiales para los ingenieros o las fechas y la historia para un tipo de turismo.

Las habilidades cognitivas, por el contrario, son destrezas basadas en el cerebro que necesitamos para llevar a cabo cualquier tarea, desde la más sencilla hasta la más compleja. Están relacionadas con los mecanismos de cómo aprendemos, recordamos, resolvemos problemas y prestamos atención, más que con los conocimientos reales. La percepción, o el reconocimiento e interpretación de los estímulos sensoriales; la atención o la capacidad de mantener la concentración en una cosa concreta y de gestionar las demandas que compiten en nuestro entorno; la memoria, las habilidades motoras, el lenguaje, el procesamiento visual y espacial o las funciones ejecutivas son los mejores ejemplos de ellas.

Por último, llegamos al grupo de todas aquellas competencias que demuestran la inteligencia emocional, ejemplificadas en torno a cinco grandes grupos de habilidades fundamentales para que el mejor de los líderes pueda maximizar su propio rendimiento y el de sus seguidores. La autoconciencia, la autorregulación, la motivación, la empatía y las habilidades sociales son los pasos clave para dominar la IE.

Organizaciones emocionalmente inteligentes

– El líder de la organización basada en el conocimiento se enfrenta al continuo dilema de ofrecer productos o servicios de máxima calidad y tecnológicamente innovadores al menor coste posible en un entorno que cambia rápidamente. Este documento pretende partir de la identificación de las complejidades de la gestión de la organización basada en el conocimiento, utilizando la inteligencia emocional para equilibrar los intereses del individuo y de la organización, y también puede redefinirse como un proceso de desarrollo organizativo más que como un resultado.

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– Para ser eficaz, el líder basado en el conocimiento debe poseer las características más frecuentemente asociadas a la descripción de la inteligencia emocional y también debe ser eficaz a la hora de inyectar estas mismas características en toda la organización. Utilizando las premisas de la economía intelectual de Stewart y adaptando el trabajo de Buckingham y Coffman a la organización basada en el conocimiento, se esboza una serie de preguntas para ayudar a los líderes, directivos y trabajadores a mejorar la conciencia de la inteligencia emocional y a utilizarla como proceso de desarrollo organizativo.

La importancia de la inteligencia emocional en la creación de equipos

Las habilidades técnicas que te ayudaron a conseguir tu primer ascenso pueden no garantizar el siguiente. Si aspira a ocupar un puesto de liderazgo, hay un elemento emocional que debe tener en cuenta. Es lo que le ayuda a entrenar con éxito a los equipos, a gestionar el estrés, a dar retroalimentación y a colaborar con los demás.

La inteligencia emocional se define como la capacidad de comprender y gestionar las propias emociones, así como de reconocer e influir en las emociones de quienes te rodean. El término fue acuñado por primera vez en 1990 por los investigadores John Mayer y Peter Salovey, pero posteriormente fue popularizado por el psicólogo Daniel Goleman.

Hace más de una década, Goleman destacó la importancia de la inteligencia emocional en el liderazgo, declarando a la Harvard Business Review: “Los líderes más eficaces se parecen en un aspecto crucial: Todos tienen un alto grado de lo que se ha dado en llamar inteligencia emocional. No es que el coeficiente intelectual y las habilidades técnicas sean irrelevantes. Sí importan, pero… son los requisitos de entrada a los puestos ejecutivos”.

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Actividades de creación de equipos de inteligencia emocional

Tu actitud es tu brújula hacia el futuro. Imagina que eres uno de los tres pequeños barcos de Cristóbal Colón que se dirigían a encontrar el Nuevo Mundo hace más de 500 años. Ese salto de fe es asombroso si tenemos en cuenta la creencia común de que el mundo era plano, y que una muerte segura esperaba a cualquiera que desafiara ese paradigma navegando en busca de un destino desconocido. Ciertamente, algunos de aquellos marineros tuvieron momentos de duda cuando los días pasaban y no había tierra a la vista. “¿Cuándo terminará esta locura y nuestros pies volverán a pisar tierra firme?”, debía ser una pregunta habitual formulada en voz baja.

A pesar de las mejores intenciones, toda relación llega a un punto de ebullición. Es lamentable pero inevitable. Sin embargo, un desacuerdo con tu pareja, un familiar o un compañero de trabajo no tiene por qué convertirse en un problema mayor si tomas medidas inmediatas para calmar la situación.

La Inteligencia Emocional, o Coeficiente Emocional, antes era conocida y comprendida sólo por los ejecutivos de negocios más inteligentes que entendían su importancia en el mercado. Los entendidos sabían que tener un cociente emocional alto era a menudo tan importante, o tal vez más, que poseer un cociente intelectual alto. Hubo un tiempo en el que la Inteligencia Emocional tenía un seguimiento modesto, en el mejor de los casos. Ahora ya no.

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