▷ Inteligencia emocional para niños | Actualizado octubre 2024

marc brackett

“Te cuesta dejar de jugar y venir a cenar, y aun así, ya es hora”. “Te gustaría tenerme para ti sola, ¿verdad?” “Estás muy decepcionado porque está lloviendo”. “Quieres quedarte despierto hasta más tarde como los niños grandes, lo sé”. “¡Estás enojado porque tu torre se cayó!”

“Estás tan decepcionado porque Molly no puede venir porque está enferma. Tenías muchas ganas de jugar con ella. Cuando estés preparado, quizá podamos pensar en otra cosa que hacer que te parezca divertida.” “Te frustra bastante que Sam no te dé un turno. A veces tienes ganas de no jugar más con él. Pero también te gusta mucho jugar con él. Me pregunto qué podrías decirle a Sam, para que escuche cómo te sientes”.

He visto una mejora asombrosa en mi *muy* enfadado hijo de 17 años después de reconocer que había una razón por la que estaba tan enfadado y actuaba así. Hemos tenido varias conversaciones sinceras y he visto un verdadero cambio en la forma en que trata a su hermano menor, y en cómo me trata a mí.

cómo enseñar la inteligencia emocional a un niño

¿Por qué es importante cultivar la inteligencia emocional de los niños? Porque, de este modo, estarán mejor preparados para los retos de la vida. Con el tiempo, los niños con inteligencia emocional se convierten en adultos equilibrados, que pueden gestionar de forma racional y tranquila las situaciones complicadas.

Los niños emocionalmente inteligentes son conscientes de sus emociones y hablan libremente de ellas, al tiempo que reconocen las emociones de quienes les rodean. Saben gestionar sus sentimientos negativos, teniendo un comportamiento razonable incluso cuando las cosas no van como les gustaría y no abandonan una actividad cuando se les hace difícil.

Como padre, si algo le ha molestado hasta el punto de enfadarse o romper a llorar, no actúe como si no hubiera pasado nada. Ayuda explicar a tus hijos -con la mayor calma posible- cómo te sientes. También puedes decirles que pronto te sentirás mejor, pero que necesitas unos momentos de tranquilidad. O diles que un abrazo te hará sentir mucho mejor.

Los niños que crecen en familias que se responsabilizan conscientemente de la construcción de su inteligencia emocional son animados a expresar sus sentimientos, son escuchados y comprendidos. Se les responde con calma, se tienen en cuenta sus opiniones y se les ofrece amor y aprecio incondicionales.

john m. gottman

La inteligencia emocional (IE) se define como la capacidad de una persona para expresar y gestionar adecuadamente sus sentimientos, respetando los de los demás. Es un conjunto de habilidades que los niños pueden empezar a aprender a cualquier edad.

En las últimas décadas, los estudios han demostrado que la inteligencia emocional proporciona una serie de beneficios que servirán a su hijo durante toda su vida. He aquí algunas de las ventajas de la inteligencia emocional:

Los beneficios de la inteligencia emocional tienen sentido. Un niño que puede calmarse cuando se siente enfadado tiene más probabilidades de salir bien parado en circunstancias difíciles. Y un niño que puede expresar sus emociones de forma saludable es probable que mantenga relaciones más sanas que un niño que grita o dice cosas malas cuando está enfadado.

Cuando tu hijo esté enfadado por haber perdido un partido, puedes decirle: “Parece que te sientes muy enfadado ahora mismo. ¿Es eso cierto?”. Si parece triste, puedes decirle: “¿Te sientes decepcionado porque hoy no vamos a visitar a los abuelos?”.

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Entonces, ¿por qué cuando un bebé llora otro también llora, y cuando alguien no puede dejar de reír, tú también te ríes aunque no sepas por qué? El contagio emocional consiste en que sentimos un reflejo de las emociones de otra persona al observar sus expresiones y acciones. Se puede contagiar cómo se siente alguien, de hecho, ¡las emociones son más contagiosas que la gripe!

Es muy fácil pensar que nuestros hijos no se darán cuenta cuando estemos disgustados o infelices, pero en realidad es probable que empiecen a sentir lo mismo sin saber por qué. Un buen ejemplo es cuando se les deja en el colegio y empiezan a sentirse ansiosos porque nosotros nos sentimos ansiosos por dejarles. Por eso es importante criar a un niño con inteligencia emocional.

El contagio emocional puede permitirnos, como padres, interpretar y comprender cómo se sienten nuestros hijos en una situación concreta y, por tanto, empatizar. Es la habilidad que nos permite “captar” un sentimiento en un niño, como el miedo o la ansiedad, mediante una mirada o una expresión facial. Esto significa que podemos ayudar al niño a entender cómo se está sintiendo, etiquetándolo, y luego ayudarlo a manejarlo.