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Proyectos de consultoría
Hoy en día, las empresas necesitan regularmente ayuda especializada para hacer frente a los cambios en el escenario y las necesidades del mercado… Puede tratarse de asesoramiento, formación, habilidades, conocimiento del mercado, etc. En una situación así, las empresas buscan contratar consultores autónomos que sean expertos en el manejo de diferentes aspectos y puedan aportar una amplia gama de ideas. Al contratar a un consultor, éste actuará como un apoyo para usted y le proporcionará soluciones óptimas para beneficiar a su negocio a largo plazo.
Los consultores autónomos contratados actúan como guía temporal y están altamente cualificados para el trabajo. Pueden asistirle en la planificación, la estrategia y la toma de decisiones, y ayudarle cuando esté planeando crear una empresa o solucionar problemas en su negocio actual.
Cuando contrata a consultores autónomos, le sugieren las mejores soluciones posibles para sus problemas y preocupaciones. Un consultor actúa como líder del equipo de un proyecto. Son responsables de supervisar y garantizar el crecimiento del negocio, las finanzas de la empresa, etc. También son responsables de la ejecución de múltiples planes que incluyen la ejecución de estrategias, el crecimiento de nuevos negocios o empresas, la fijación de objetivos, etc.
Trabajos de escritor autónomo
Sin embargo, la “disrupción de la industria” tiene un significado diferente, pero similar. Es cuando una empresa, producto o servicio más pequeño entra en el mercado y afecta gradualmente a las grandes empresas establecidas en un sector determinado.
Hasta el siglo XX, no existían las “grandes empresas de consultoría”. Los empresarios tenían que confiar en su propia perspicacia empresarial y tomar decisiones importantes sin el asesoramiento de expertos. El riesgo era alto y, como se puede imaginar, la ansiedad al asumir estos riesgos también podía ser alta. Las empresas deseaban tener a alguien a quien mirar, alguien que les guiara en la dirección correcta, alguien que les diera la seguridad de que sus decisiones empresariales eran correctas.
Pues bien, este vacío en el mercado lo llenaron las empresas de consultoría. En el siglo XX surgieron algunas consultoras como McKinsey & Company, Bain & Company y Boston Consulting Group. Las empresas tenían ahora acceso a las mentes más brillantes del mundo. Podían dirigirse a estas empresas para que les ayudaran a resolver sus problemas. Los consultores que trabajaban para estas empresas se reunían con los clientes, recogían datos, los analizaban y ofrecían recomendaciones.
Analista de datos independiente
Uno de los escritos más influyentes de Christensen, aunque menos conocido por el público en general, apuntaba directamente a la consultoría. Él y sus coautores argumentaron que la consultoría de gestión se dividiría en unas pocas empresas que ganarían altos honorarios por crear un valor estratégico real para sus clientes, y muchas empresas que desempeñarían un papel cada vez más táctico y de implementación, y para las que los honorarios seguirían estando bajo la presión de nuevas formas de competencia.
Esa nueva competencia es la revolución de los autónomos. Los nuevos mercados de talento, como BTG, Business Talent Group, ofrecen consultores de gestión expertos e independientes con la experiencia específica que necesitan las grandes empresas y que demandan las compañías clientes cada vez más sofisticadas. Y el impacto en las consultoras tradicionales es cada vez más notable. Las firmas más conocidas no sólo están tomando más nota; se trata de una coopetición en la que los clientes de BTG, y de firmas similares como Catalant, Flexing It, Outsized, Weem y Expert360, suelen incluir tanto a las grandes empresas como a las grandes consultoras.
Consultor de gestión autónomo
El mundo laboral y, por supuesto, también los proyectos de consultoría, se desarrollan hoy en día a nivel internacional. El cliente final tiene su oficina en Austria, la agencia de contratación que intermedia en la transacción de servicios viene de Alemania, y el freelance de los Países Bajos. Es un negocio normal hoy en día.
¿Y el impuesto sobre el valor añadido? Debe ser complicado, ¿verdad? Pero ya desde los años 90 la Unión Europea creó el sistema de inversión del sujeto pasivo que regula la responsabilidad de la remisión del IVA. El motivo fue simplificar el tema del IVA entre los Estados miembros en el curso de la creación del mercado interior europeo.
En principio, el sistema de inversión del sujeto pasivo traslada la responsabilidad del IVA del vendedor al comprador de bienes o servicios. Por lo tanto, también se relaciona con el servicio de consultoría que un freelance / gestor interino presta en una empresa extranjera.
El autónomo está registrado en los Países Bajos, el cliente final en Austria y la agencia de contratación en Alemania. El autónomo recibe el pago de la agencia por horas y envía a la empresa alemana una factura por las mismas brutas por netas, sin IVA como pretende el sistema de inversión de la carga. Simplemente pone una referencia al sistema en la factura: Sin IVA – Reverse Charge. El cliente austriaco recibe entonces una factura sin IVA de la agencia alemana. El destinatario de la factura paga el IVA y después lo deduce como impuesto soportado. No hay ninguna desventaja.
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Bienvenid@, soy Patricia Gómez y te invito a leer mi blog de interés.