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Domiciliacion del importe a ingresar
domiciliación bancaria deutsch
Un débito directo o una retirada directa es una transacción financiera en la que una persona (o empresa) retira fondos de la cuenta bancaria de otra persona[1]. Formalmente, la persona que retira directamente los fondos (“el beneficiario”) da instrucciones a su banco para que cobre (es decir, cargue) una cantidad directamente de la cuenta bancaria de otra persona (“el pagador”) designada por el pagador y pague esos fondos en una cuenta bancaria designada por el beneficiario. Antes de que el banco del pagador permita que se realice la transacción, el pagador debe haber avisado al banco de que ha autorizado al beneficiario a retirar directamente los fondos. También se denomina débito preautorizado (PAD) o pago preautorizado (PAP). Una vez establecidas las autoridades, las operaciones de adeudo directo suelen procesarse electrónicamente.
Los débitos directos suelen utilizarse para pagos recurrentes, como los de tarjetas de crédito y facturas de servicios públicos, en los que los importes de los pagos varían de un pago a otro. Sin embargo, una vez establecida la autorización, las circunstancias en las que se giran los fondos, así como las fechas y los importes, son una cuestión de acuerdo entre el beneficiario y el pagador, de la que no se ocupan los banqueros[2].
qué es la domiciliación bancaria en la aplicación de efectivo
Las pequeñas empresas del Reino Unido necesitan urgentemente un método fiable de cobro. Según Bacs Payment Schemes Limited, solo en 2017 se registró un total de 14.200 millones de libras de pagos atrasados. Las pequeñas y medianas empresas (PYMES) representan casi el 99% del sector empresarial privado del Reino Unido, y son especialmente vulnerables a los problemas derivados de la morosidad.
Estas facturas impagadas o los retrasos en los pagos conducen a una reducción del flujo de caja, especialmente para las empresas que prestan servicios recurrentes. Los problemas de tesorería prolongados reducen a su vez el capital circulante de estas empresas. Esto puede provocar graves deudas y, en el peor de los casos, puede incluso llevar a la quiebra. Una forma eficaz de combatir los problemas de liquidez es ofrecer un método de pago que le permita tener el control, un método en el que usted defina cuándo le pagan y con qué frecuencia. Aquí es donde entra en juego la domiciliación bancaria.
El sistema de débito directo es un método de pago muy popular en el Reino Unido, en el que los clientes autorizan a los comerciantes u organizaciones a retirar fondos de sus cuentas bancarias. Todos los pagos por domiciliación son gestionados por Bacs (Bankers’ Automated Clearing Services), una red central de pagos que procesa varios tipos de pagos electrónicos. La domiciliación bancaria suele utilizarse para realizar pagos recurrentes, como facturas de tarjetas de crédito, facturas de servicios públicos, pagos a plazos, alquileres, pagos recurrentes de retenciones y suscripciones/membresías.
tarjeta de débito directo
Un débito directo o una retirada directa es una transacción financiera en la que una persona (o empresa) retira fondos de la cuenta bancaria de otra persona[1]. Formalmente, la persona que retira directamente los fondos (“el beneficiario”) da instrucciones a su banco para que cobre (es decir, cargue) una cantidad directamente de la cuenta bancaria de otra persona (“el pagador”) designada por el pagador y pague esos fondos en una cuenta bancaria designada por el beneficiario. Antes de que el banco del pagador permita que se realice la transacción, el pagador debe haber avisado al banco de que ha autorizado al beneficiario a retirar directamente los fondos. También se denomina débito preautorizado (PAD) o pago preautorizado (PAP). Una vez establecidas las autoridades, las operaciones de adeudo directo suelen procesarse electrónicamente.
Los débitos directos suelen utilizarse para pagos recurrentes, como los de las tarjetas de crédito y las facturas de servicios públicos, en los que los importes de los pagos varían de un pago a otro. Sin embargo, una vez establecida la autorización, las circunstancias en las que se giran los fondos, así como las fechas y los importes, son una cuestión de acuerdo entre el beneficiario y el pagador, de la que no se ocupan los banqueros[2].
información necesaria para la domiciliación bancaria
Contenido de la páginaCómo domiciliar el pago de sus facturas habituales -como la electricidad, el teléfono móvil o el seguro- mediante domiciliación bancaria le ahorrará tiempo, le hará la vida más fácil e incluso le saldrá más barato. El cambio a la domiciliación bancaria sólo requiere cuatro sencillos pasos:Paso 1 – Póngase en contacto con la entidad a la que desea pagarPóngase en contacto con ella y solicite la domiciliación bancaria. Ellos se encargarán de que usted rellene una orden de domiciliación. La organización actualizará sus registros de pago y enviará la instrucción a su banco o sociedad de crédito hipotecario. A continuación, cobrarán los importes acordados en las fechas acordadas.Paso 3 – Comprobar los detalles de la notificación previaLa organización le notificará con antelación las fechas de cobro y los importes, tanto si establece una domiciliación bancaria por teléfono, como por Internet o mediante un formulario en papel. Compruebe que estos datos son correctos y póngase en contacto con ellos de inmediato si desea consultar algo.Paso 4 – RelájeseAparte de asegurarse de que tiene suficiente dinero en su cuenta cuando el pago es debido, no hay nada más que tenga que hacer. Sólo tienes que echar un vistazo al extracto de tu banco o sociedad de crédito hipotecario para comprobar que los débitos directos se realizan según lo acordado.
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Bienvenid@, soy Patricia Gómez y te invito a leer mi blog de interés.