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Estrategia de precios psicologicos
Empresas que utilizan precios psicológicos
Si sólo piensa en el coste de producción y en las tendencias actuales del mercado, es posible que no consiga atraer al grupo de clientes deseado. Con los clientes actuales, bien informados y orientados a sí mismos, la estrategia de precios racional no funciona tan bien.
Es posible que escuche el término estrategia de precios psicológica. Según la opinión de los expertos, es mejor que las prácticas de precios racionales o tradicionales. Pero, ¿es perfecta o suficiente para todo tipo de productos o servicios?
En la cita anterior, Warren Buffett describe la fijación de precios desde la perspectiva de los clientes. Como empresario, sabes que la fijación de precios es el tipo de cambio que pones a tus productos o servicios. En realidad, usted recibe pagos al proporcionar valor a sus clientes.
Sus precios tienen un cierto impacto psicológico. Como estudio científico de nuestras mentes y comportamientos, la psicología describe que es más probable que la gente tome una decisión de compra con unas prácticas de precios un poco diferentes.
Puede animar a más personas cambiando un solo dígito o simplemente el tamaño de la letra de su número de precio. La gente crea una medición mental antes de ir a comprar algo. Y tienden a pensar con una cifra redonda.
Ventajas y desventajas de los precios psicológicos
Utilizar la psicología en la fijación de precios no es una estrategia nueva. Los minoristas siempre han utilizado diferentes trucos para asegurarse de que sus productos se venden bien. Con el paso del tiempo, algunas estrategias de precios psicológicos han dado mejores resultados que otras, y lo que en el pasado era una buena estrategia de marketing y fijación de precios que generaba beneficios, puede no ser tan útil hoy en día.
No siempre se trata de ser el más barato, sino de que el precio sea atractivo. Por eso, no hay que limitarse a poner un precio competitivo, sino que hay que ser creativo e intentar utilizar la imaginación para ofrecer precios psicológicos a los que la gente no pueda resistirse.
En otras palabras, todas las tácticas que tienen como objetivo “dar en el clavo” o hacer que los precios sean más atractivos y que los clientes estén dispuestos a comprar, pueden considerarse precios psicológicos. La idea es apelar más a las emociones del cliente y menos a su lado racional.
Hay muchas tácticas para llevar a cabo la fijación de precios psicológicos; las llamamos estrategias, pero es importante tener en cuenta que todas ellas son en realidad una parte de la estrategia de precios más amplia y única. Esto significa que pueden combinarse o modificarse para ver qué es lo que mejor se adapta a ti y obtener los mejores resultados de ellas.
Precios dinámicos
La fijación de precios psicológica utiliza la respuesta emocional del cliente para fomentar las ventas. Fijando los precios de los productos de forma estratégica, una empresa puede aumentar las ventas sin reducir los precios de forma significativa, o utilizar un precio más alto que realmente aumente las ventas.
Una estrategia de precios impares -también conocida como “Charm Pricing”- pone los precios de los productos justo por debajo del importe total de la libra. Por ejemplo, en lugar de cobrar 5 libras por un producto, puede cobrar 4,99 libras. Los compradores asocian el precio más cerca de las 4 libras que de las 5, aunque sólo sea un céntimo menos. Se utilizan estrategias similares para importes mayores.
La alineación de precios implica distintas líneas de productos, cada una en un rango de precios distinto, como el económico, el de gama media y el de gama alta. Añadir mejoras en sus líneas más caras no suele costar mucho, pero le permite aumentar el precio de forma significativa, y atrae a los clientes que aspiran a comprar un producto de gama alta sin dejar de vigilar el coste.
Revise su estructura de precios y cree una impresión de su marca sin realizar cambios significativos en el producto. Esto puede hacer que su producto vea de repente
Desventajas psicológicas de los precios
¿Alguna vez has ido de compras y has salido de la tienda sabiendo que te has saltado el presupuesto? Vamos, puedes admitirlo; le ha pasado a todo el mundo. ¿Te sentirías mejor si te dijera que no fue tu culpa? Pues es cierto… más o menos. Mediante una serie de estrategias psicológicas de precios, las tiendas están diseñadas específicamente para animarte a gastar más de lo que pretendes.
Las técnicas que utilizan las tiendas minoristas también pueden ser muy eficaces cuando se aplican a la fijación de precios en otros sectores. Profundicemos en cuatro de las más populares que puedes utilizar para ayudar a aumentar tus ventas y, con suerte, evitar que vuelvas a gastar más de la cuenta en el centro comercial… y sólo para contextualizar: es más que simplemente terminar tus precios en el número “9”.
Los precios psicológicos son las prácticas comerciales que consisten en fijar precios inferiores a un número entero. La idea que subyace a los precios psicológicos es que los clientes leerán el precio ligeramente rebajado y lo considerarán más bajo de lo que realmente es. Un ejemplo de fijación de precios psicológica es un artículo cuyo precio es de 3,99 dólares, pero que el consumidor percibe como 3 dólares y no como 4 dólares, tratando los 3,99 dólares como un precio más bajo que los 4 dólares.
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Bienvenid@, soy Patricia Gómez y te invito a leer mi blog de interés.