Cuando fue el golpe de estado de tejero

Cuando fue el golpe de estado de tejero

Vídeo del golpe de estado de 1981

Este ejercicio de lectura y escucha se basa en los acontecimientos ocurridos el 23 de febrero de 1981, cuando el teniente coronel Tejero dirigió a 200 guardias civiles en un golpe de Estado contra la recién estrenada democracia española. Es adecuado para estudiantes de español de nivel B1, aunque contiene algunos puntos gramaticales de nivel B2.

Desde 1939, año en que finalizó la Guerra Civil, España vivió bajo la dictadura militar de Franco hasta su muerte en noviembre de 1975. Antes de morir designó al Príncipe Juan Carlos como su sucesor y, para sorpresa de muchos, tras convertirse en rey, Juan Carlos I desmanteló el régimen de Franco e inició la transición a la democracia, periodo conocido en España como La Transición. Algunos dicen que La Transición terminó con las primeras elecciones generales de 1977, otros con la aprobación de la Constitución en 1978, y otros sostienen que terminó definitivamente el 23 de febrero de 1981, fecha del fallido golpe de Estado encabezado por el teniente coronel Tejero. El 23 de febrero de 1981 fue un momento dramático y tenso en la historia moderna de España y se conoce popularmente como el 23-F. El mismo día del golpe, se estaba votando para confirmar a Calvo Sotelo como Presidente del Gobierno. La votación se estaba grabando para la televisión, y esta es la grabación que vemos al principio del vídeo que aparece a continuación.

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23f

23-FParte de un intento de derrocamiento del gobierno españolEl Congreso de los Diputados en Madrid.Fecha23-24 de febrero de 1981LugarCongreso de los Diputados de España, MadridFormato desconocido en {{Coord}}. Parámetros:

– Los secuestradores se rinden tras un enfrentamiento de 18 horas sin bajas y después de que el rey denuncie el golpe y pida que se mantenga el estado de derecho. – El comandante de las unidades militares en Valencia es detenido. – Fracasa el intento de golpe de EstadoInsurgentes del Gobierno

El “23-F” (también conocido como el Tejerazo) fue un intento de golpe de Estado en España que comenzó el 23 de febrero de 1981 y terminó al día siguiente. Su figura más visible, Antonio Tejero, protagonizó el acontecimiento más notable del golpe fallido: un grupo de 200 agentes armados de la Guardia Civil irrumpió en el Congreso de los Diputados español durante la votación para elegir a Leopoldo Calvo Sotelo como nuevo presidente del Gobierno. El rey Juan Carlos I pronunció un discurso televisado a nivel nacional en el que denunció el golpe, pidió que se mantuviera el Estado de Derecho y que el gobierno elegido democráticamente continuara en funciones. El golpe no tardó en fracasar. Tras mantener al Parlamento y al gabinete como rehenes durante 18 horas, los secuestradores se rindieron a la mañana siguiente sin haber hecho daño a nadie.

Pronunciación de golpe de estado

El Rey Juan Carlos de España anunció el lunes que abdicará del trono en favor de su hijo. Los motivos son el deterioro de su salud y el descenso de su popularidad ante algunos escándalos relacionados con su yerno. Independientemente de ello, Juan Carlos destaca entre los monarcas europeos modernos por haber desempeñado un papel importante y constructivo en el desarrollo político de su país, especialmente en la transición de España de la dictadura militar a la democracia parlamentaria a finales de los años 70 y principios de los 80.

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Su mejor momento fue el papel que desempeñó al ayudar a frustrar el intento de golpe de Estado de 1981 que ha pasado a la historia como el 23-F. El gobierno democrático de España se encontraba en un momento de crisis, cuando el teniente coronel Antonio Tejero Molina y unos 150 hombres armados de la Guardia Civil irrumpieron en el parlamento y desbarataron el intento de instalar un nuevo presidente del gobierno. Puede ver las imágenes aquí:

Dirigiéndose a todos los españoles, con brevedad y concisión, i

Golpe de estado en españa en 1936

El pasado 6 de enero, me senté pegado al televisor para ver cómo los representantes estatales en el Capitolio de la nación se acobardaban en el suelo mientras una turba de patanes gritones invadía su cámara del Congreso, interrumpiendo la certificación del voto presidencial por parte del Colegio Electoral.

Este espectáculo me hizo recordar un momento similar ocurrido en España hace treinta años, que me conmovió en su momento y que inquietó a los españoles durante una generación. En aquella ocasión, un coronel del ejército borracho se situó en la tribuna de oradores durante unas elecciones presidenciales en el Palacio de las Cortes de Madrid y disparó al aire, gritando “todos al suelo”. Ya sea incitado por un coronel enloquecido o por un presidente derrotado que se niega a dejar el cargo, qué frágiles pueden parecer de repente los majestuosos pilares de mármol de la democracia.

Me chocó que estos taciturnos vigilantes, normalmente encaramados en el interior de las cabinas de seguridad de cristal de los patios universitarios, invadieran mi aula. Pero mis alumnos de filología sabían lo que significaba. Habían crecido bajo el puño de hierro de Franco, muerto desde hacía sólo siete años, y se daban cuenta de lo tambaleante que era la actual transición a la democracia. Me comunicaron la gravedad de la situación en inglés mientras salíamos bajo las severas miradas de los bedeles regodeados.

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