▷ España años 50 y 60 | Actualizado junio 2024

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El franquismo convirtió el trabajo en uno de los pilares fundamentales de su proyecto nacional e incluyó la formación profesional en las diferentes etapas de la vida escolar. Desde mediados de los años 50, la formación profesional se convirtió también en un factor clave para la estrategia de la dictadura hacia la discapacidad. Siguiendo las recomendaciones de los organismos internacionales, el franquismo comenzó a adoptar diferentes medidas para la rehabilitación de los niños con discapacidad. Una de ellas fue la creación, en 1959, de una unidad especial para adolescentes dentro del Instituto Nacional de Rehabilitación de Inválidos. Además del tratamiento médico, esta unidad ofrecía a los niños educación y formación profesional.
El valor de este trabajo radica en que el tema que analiza ha sido poco estudiado. Hasta ahora no se había prestado atención a la unidad especial para adolescentes, a pesar de ser un ejemplo muy interesante del modelo médico de discapacidad y sus contradicciones. Durante su estancia en la unidad se prometió a los niños una mayor autonomía e independencia, pero también se medicalizó su vida y se les obligó a colaborar con los expertos.

política de españa

España experimentó una dramática transformación económica en las décadas de 1960 y 1970. El corporativismo no había conseguido elevar el nivel de vida de los españoles, pero una ola de reformas de libre mercado permitió el rápido crecimiento de la economía española. Gran parte del crecimiento fue impulsado por el enorme aumento de la inversión extranjera en las industrias españolas, así como por el crecimiento del turismo. Algunos historiadores consideran el resurgimiento económico de España como un “milagro”.
A finales de la década de 1950, la economía española sufría una crisis de inflación. Los préstamos estadounidenses entraron en la economía española de acuerdo con el Tratado de Madrid de 1953, sin embargo, no hubo un aumento posterior de la producción industrial y, por tanto, la inflación se disparó. Como los precios subían más rápido que los salarios, el nivel de vida de la mayoría de los españoles disminuyó; por ejemplo, en 1957 la inflación se situó en torno al 30%, pero los salarios sólo aumentaron un 20%. El descenso de los salarios reales provocó disturbios industriales en algunas partes de España, que fueron reprimidos brutalmente por la policía española. Los malos resultados económicos hicieron que muchos españoles se sintieran cada vez más resentidos con el régimen de Franco.

la españa franquista

Tras la restauración de la democracia a finales de los años 70, los cambios en la vida cotidiana española fueron tan radicales como la transformación política. Son conocidos como La Movida. Estos cambios fueron aún más sorprendentes cuando se contrastan con los valores y las prácticas sociales que habían prevalecido en la sociedad española durante el régimen franquista, especialmente durante las décadas de 1940 y 1950. En esencia, los valores y actitudes sociales españoles se modernizaron al mismo ritmo, y en el mismo grado, que la estructura de clases, las instituciones económicas y el marco político del país[1].
Durante los años de Francisco Franco, la prohibición de la venta de anticonceptivos era completa y rígida, al menos en teoría, a pesar de que la introducción de la píldora anticonceptiva oral combinada había llevado la anticoncepción al menos a medio millón de mujeres españolas en 1975. La prohibición de la venta de anticonceptivos se levantó en 1978, pero no se tomaron medidas para garantizar su uso seguro y eficaz. Las escuelas no ofrecían cursos de educación sexual, y los centros de planificación familiar sólo existían donde las autoridades locales estaban dispuestas a pagarlos. La consecuencia de la relajación de las restricciones sexuales, combinada con un alto nivel de ignorancia sobre la tecnología que podía sustituirlas, fue un aumento del número de embarazos no deseados, que condujo al segundo problema político: el aborto[1].

la guerra civil española

En la inauguración de la exposición, prevista para el miércoles 26 de septiembre a las 18.30 horas, estarán el artista Rafael Canogar, la comisaria María Toral, el director del Instituto Cervantes de Roma, Juan Carlos Reche y el embajador de España en Italia, Alfonso María Dastis Quecedo.
El deseo de renovar el arte contemporáneo en Madrid en los años de la posguerra, en medio de las dificultades impuestas por la dictadura franquista, es el denominador común de esta colectiva que, por primera vez, reúne las mejores obras de la abstracción y la figuración españolas de aquella época. En particular, se exponen las obras de los miembros de los dos movimientos artísticos modernos más representativos de aquellos años: “El Paso”, que experimentó con el arte informal, y “Realistas de Madrid”, orientado hacia la figuración.
Esta exposición -que puede visitarse gratuitamente de miércoles a sábado de 16 a 20 horas- es un testimonio único que revela las vanguardias de aquellos años como nunca antes se había visto. Dos estilos, dos grupos, pero una lucha común contra la falta de reconocimiento de la cultura en un clima oscuro. Cada artista protagonista de esta exposición nos permite conocer desde el lenguaje expresivo lo que sucedió en una época clave para el desarrollo de España. Sin olvidar que sus trayectorias artísticas influyen en gran medida en las tendencias actuales y son parte esencial de la memoria española. “