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La teoría del aprendizaje social es una teoría sobre el proceso de aprendizaje y el comportamiento social que propone que se pueden adquirir nuevos comportamientos mediante la observación y la imitación de otros[1]. Afirma que el aprendizaje es un proceso cognitivo que tiene lugar en un contexto social y que puede producirse únicamente a través de la observación o la instrucción directa, incluso en ausencia de reproducción motriz o refuerzo directo[2]. Además de la observación del comportamiento, el aprendizaje también se produce a través de la observación de recompensas y castigos, un proceso conocido como refuerzo vicario. Cuando un determinado comportamiento es recompensado con regularidad, lo más probable es que persista; a la inversa, si un determinado comportamiento es castigado constantemente, lo más probable es que desista[3] La teoría amplía las teorías conductuales tradicionales, en las que el comportamiento se rige únicamente por los refuerzos, al hacer hincapié en el importante papel de varios procesos internos en el individuo que aprende[1].
En la década de 1941, B. F. Skinner pronunció una serie de conferencias sobre el comportamiento verbal, planteando un enfoque más empírico del tema que el que existía en la psicología de la época[4] En ellas, propuso el uso de las teorías de estímulo-respuesta para describir el uso y el desarrollo del lenguaje, y que todo el comportamiento verbal se basaba en el condicionamiento operante. Sin embargo, mencionó que algunas formas de habla derivaban de palabras y sonidos que se habían escuchado previamente (respuesta ecoica), y que el refuerzo de los padres permitía que estas “respuestas ecoicas” se redujeran hasta llegar a un habla comprensible. Aunque negó que existiera ningún “instinto o facultad de imitación”,[4] las teorías conductistas de Skinner constituyeron una base para su desarrollo en la Teoría del Aprendizaje Social.
La teoría del aprendizaje social es una teoría sobre el proceso de aprendizaje y el comportamiento social que propone que se pueden adquirir nuevos comportamientos mediante la observación y la imitación de otros[1]. Afirma que el aprendizaje es un proceso cognitivo que tiene lugar en un contexto social y que puede producirse únicamente a través de la observación o la instrucción directa, incluso en ausencia de reproducción motora o refuerzo directo[2]. Además de la observación del comportamiento, el aprendizaje también se produce a través de la observación de las recompensas y los castigos, un proceso conocido como refuerzo vicario. Cuando un determinado comportamiento es recompensado con regularidad, lo más probable es que persista; a la inversa, si un determinado comportamiento es castigado constantemente, lo más probable es que desista[3] La teoría amplía las teorías conductuales tradicionales, en las que el comportamiento se rige únicamente por los refuerzos, al hacer hincapié en el importante papel de varios procesos internos en el individuo que aprende[1].
En la década de 1941, B. F. Skinner pronunció una serie de conferencias sobre el comportamiento verbal, planteando un enfoque más empírico del tema que el que existía en la psicología de la época[4] En ellas, propuso el uso de las teorías de estímulo-respuesta para describir el uso y el desarrollo del lenguaje, y que todo el comportamiento verbal se basaba en el condicionamiento operante. Sin embargo, mencionó que algunas formas de habla derivaban de palabras y sonidos que se habían escuchado previamente (respuesta ecoica), y que el refuerzo de los padres permitía que estas “respuestas ecoicas” se redujeran hasta llegar a un habla comprensible. Aunque negó que existiera ningún “instinto o facultad de imitación”,[4] las teorías conductistas de Skinner constituyeron una base para su desarrollo en la Teoría del Aprendizaje Social.
La teoría del aprendizaje social es una teoría sobre el proceso de aprendizaje y el comportamiento social que propone que se pueden adquirir nuevos comportamientos mediante la observación y la imitación de otros[1]. Afirma que el aprendizaje es un proceso cognitivo que tiene lugar en un contexto social y que puede producirse únicamente a través de la observación o la instrucción directa, incluso en ausencia de reproducción motriz o refuerzo directo[2]. Además de la observación del comportamiento, el aprendizaje también se produce a través de la observación de recompensas y castigos, un proceso conocido como refuerzo vicario. Cuando un determinado comportamiento es recompensado con regularidad, lo más probable es que persista; a la inversa, si un determinado comportamiento es castigado constantemente, lo más probable es que desista[3] La teoría amplía las teorías conductuales tradicionales, en las que el comportamiento se rige únicamente por los refuerzos, al hacer hincapié en el importante papel de varios procesos internos en el individuo que aprende[1].
En la década de 1941, B. F. Skinner pronunció una serie de conferencias sobre el comportamiento verbal, planteando un enfoque más empírico del tema que el que existía en la psicología de la época[4] En ellas, propuso el uso de las teorías de estímulo-respuesta para describir el uso y el desarrollo del lenguaje, y que todo el comportamiento verbal se basaba en el condicionamiento operante. Sin embargo, mencionó que algunas formas de habla derivaban de palabras y sonidos que se habían escuchado previamente (respuesta ecoica), y que el refuerzo de los padres permitía que estas “respuestas ecoicas” se redujeran hasta llegar a un habla comprensible. Aunque negó que existiera ningún “instinto o facultad de imitación”,[4] las teorías conductistas de Skinner constituyeron una base para su desarrollo en la Teoría del Aprendizaje Social.
Aprendizaje por observación
La teoría del aprendizaje social de Albert Bandura sugiere que la observación y el modelado desempeñan un papel primordial en cómo y por qué aprenden las personas. La teoría de Bandura va más allá de la percepción de que el aprendizaje es el resultado de la experiencia directa con el entorno. El aprendizaje, según Bandura, puede producirse simplemente observando el comportamiento de los demás.
Según explica en su libro de 1977 Teoría del aprendizaje social, “la mayor parte del comportamiento humano se aprende por observación a través del modelado: al observar a los demás uno se forma una idea de cómo se realizan los nuevos comportamientos y, en ocasiones posteriores, esta información codificada sirve de guía para la acción”.
El aprendizaje social puede utilizarse eficazmente en el lugar de trabajo para observar y modelar comportamientos productivos. Sin embargo, el aprendizaje social no se produce de forma pasiva. Se requiere atención, retención, reproducción y motivación para beneficiarse de las prácticas de aprendizaje social.
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Bienvenid@, soy Patricia Gómez y te invito a leer mi blog de interés.